Bibliotecarios asumen el desafío digital

Ya no le temen a términos como ‘eBook’, ‘ciberlibro’, ‘epub’, ‘app’ o ‘e-reader’. Más de media vida conviviendo con los libros, ha hecho que estos bibliotecarios se adapten a la tecnología, antes que huir o renegar de ella. Creen que esto, los vuelve leales al mayor compromiso que adquirieron: motivar a las personas a leer.

Cada 21 de febrero se conmemora el Día del Bibliotecario Ecuatoriano, desde hace más de 200 años, en honor al periodista, médico, prócer y primer custodio de libros del país: Eugenio de Santa Cruz y Espejo, quien tuvo a su cargo, cerca de 40.000 títulos. Sin embargo, la carrera de Bibliotecología todavía hace fruncir el ceño de las personas que desconocen sobre su existencia o de qué exactamente se trata.

Esthela Durán, Rafael y María del Carmen son bibliotecólogos. Cursaron estudios de tercer y cuarto nivel para estar detrás de las enormes estanterías, pero, además, se capacitan de manera constante para los requerimientos de los nuevos usuarios.

Esthela

Casi tres décadas de bibliotecóloga tiene Esthela Durán, la coordinadora del Centro de Documentación Regional Juan Bautista Vázquez, de la Universidad de Cuenca. Las bibliotecas del colegio Técnico Salesiano y de la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay, le dieron la experiencia suficiente para ocupar un cargo con mayor responsabilidad.

Cuenta que en 2013, la contrataron para organizar la biblioteca del Consejo de la Judicatura, y fue también docente en la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, ESPOCH.

Esthela sabe que la transición digital implicó muchos “contras”, aunque prefiere enfocarse en los “pros”. Recuerda que antes, se hacían las fichas de los libros en las máquinas de escribir y ahora, aquello fue reemplazado por bases de datos y catálogos electrónicos que le han costado tiempo y varias capacitaciones, entender. “Lo que realmente importa, creo yo, sin importar las circunstancias, es llegar a los usuarios”, afirma.

Al parecer, ella y su equipo van por buen camino porque el centro de documentación recibe de 3.000 a 4.000 usuarios por día.

Gratitud

Rafael Montenegro se emociona al saber que los medios de comunicación tienen esta fecha en su agenda. “Gracias por tomarnos en cuenta”, dice, y enseguida advierte que todo fue culpa del “bichito de la lectura”. Piensa que va a sonar muy común y justifica este apego por los libros, con su padre: un lector asiduo que le heredó una nutrida biblioteca que un día, por esos accidentes tristes de la vida, se inundó y desapareció.

En octubre de este año, Rafael cumplirá 30 años de trabajar en la biblioteca Manuel María Muñoz Cueva, el centro depositario de la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay, en el que existe un fondo de alrededor, 35.000 volúmenes y 106.000 artículos de revistas, periódicos y catálogos bibliográficos en línea.

Para el bibliotecario que también trabaja en la Universidad Politécnica Salesiana, “no hay mentira más grande que la que destina a los libros físicos a la muerte. Si es que nos cruzamos de brazos y no innovamos, sí que sucederá pero mientras tanto, no lo creo”.

Lo dice con la seguridad de un lector que conoció en edades muy tempranas a ‘Los Miserables’ de Víctor Hugo y ‘Don Quijote de la Mancha’ de Miguel de Cervantes. Estas dos novelas le marcaron, confiesa; hasta el punto de proponer ambientaciones de corte cinéfilo y grupos de lectura para los visitantes de la biblioteca: “aficionados y empedernidos”.

María del Carmen

Si hay algo en lo que cree María del Carmen López, directora del centro de documentación municipal Daniel Córdova Toral, es que los libros deben salir de las bibliotecas.

Está al frente de la dirección, apenas desde septiembre de 2019, pero su relación con la biblioteca comenzó hace 15 años, tiempo en el que ha custodiado una colección aproximada de 40.000 ejemplares.

El espacio cuenta también con un catálogo electrónico al que pueden acceder los estudiantes, investigadores y el público en general. Incluso, a través de este medio se pueden reservar los libros requeridos. De los 40.000 ejemplares que tiene el fondo bibliotecario, hasta el momento se han digitalizado 25.600. (IAJ) (I)

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