El zoológico Bioparque Amaru desarrolla una campaña denominada Membresías Virales con el fin de obtener recursos para financiar la alimentación de los animales que allí permanecen.
Este centro, que está en la vía Cuenca-Azogues, y que es el más grande de esta región, ha cerrado sus puertas acogiendo las disposiciones del Gobierno Nacional por la emergencia sanitaria.
Al no tener visitantes no hay ingresos para comprar alimentos y cubrir los sueldos de quienes se encargan del cuidado de las diferentes especies, que en buena parte son rescatadas y llegan para recuperarse.
Victoria Arbeláez, directora administrativa y operativa de Amaru, informó que la membresía salvaje tiene un costo de 40 dólares para una persona y podrá ingresar ilimitadamente durante un año.
Otra, llamada, aventureros, cuesta 60 y es para dos visitantes quienes pueden entrar igualmente durante un año de manera ilimitada. Una tercera es la manada y vale 80, y es para cuatro personas.
Finalmente hay una membresía que se llama embajador, cuyo valor es de 350 para una persona, quien podrá ingresar a este zoológico durante toda la vida.
En este lugar hay decenas de anfibios, aves, mamíferos, reptiles, además de especies que están en peligro de extinción como los cóndores y osos de anteojos, que requieren un cuidado especial.
De acuerdo con Nicolás Astudillo, coordinador del área educativa de Amaru, se requieren el apoyo de la ciudadanía para mantener a los animales.
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Asimismo, en la página web de Amaru: www.zoobioparqueamaru.com está habilitado un link para receptar donaciones. También se puede colaborar con voluntariado.
Este establecimiento de protección animal necesita verduras y frutas como: yuca, camote, espinaca, acelga, coles, aguacate, plátano, durazno, papaya, pera, sandía, melón y choclo.
Por ejemplo, alimentar a los tapires amazónicos cuesta unos 200 dólares por semana, pues necesitan coliflores, tomates, papas, manzanas, peras, yucas, entre otros. (CSM)-(I)
