El sector de la construcción en la provincia de Azuay ha sufrido una baja de casi un 60% debido a la pandemia por la Covid-19, que provocó un confinamiento de la población para prevenir más contagios.
Este descenso lo confirmó Cristina García, presidenta de la Cámara de la Construcción de Cuenca (CCC), quien indicó que han implementado algunas medidas para recuperarse.
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García explicó que el sector de la construcción hasta el mes de marzo, cuando inició la emergencia sanitaria, facturaba aproximadamente 50.000.000 de dólares al mes.
Agregó que esta reducción también ha significado por lo menos la pérdida de unas 46.000 plazas de trabajo, lo que tiene un impacto negativo directo para la economía de Cuenca.
Recordó que como parte de las acciones que han emprendido para reactivarse firmaron un acta de compromiso con el Municipio de Cuenca, luego de la integración de mesas de trabajo.
Con este acuerdo una de las primeras medidas es la conformación de una ordenanza transitoria para la reactivación hasta que se apruebe el Plan de Uso y Gestión del Suelo.
Esto permitirá que algunos proyectos constructivos que se encuentran rezagados puedan reanudarse, con un movimiento de recursos de casi 100.000.000 de dólares.
Otra de las acciones es una mejora en los procesos administrativos para eliminar trabas burocráticas para reducir los tiempos en los trámites municipales.
Por ejemplo, esto se puede lograr con estrategias como digitalización de planos y seguimiento de procesos, además de una agenda legislativa que permita dar las mayores facilidades y atraer a inversores.
En las propuestas legislativas está la Ordenanza de Control de Calidad de la Edificación, que ayudará a regularizar las construcciones en cuanto a lo estructural, constructivo, eléctrico, entre otros aspectos.
Reconoció que en la Dirección de Control Urbano, del cabildo, ha habido un avance importante en cuanto a los trámites online, al punto de que por un chat el usuario puede consultar el estado de sus trámites.
Pablo Machuca es arquitecto y constructor, y contó que antes de la emergencia sanitaria vendía entre cinco y seis casas por mes, pero durante la pandemia, en cinco meses, logró vender solo dos.
Tenía 11 albañiles a su cargo, además de dos electricistas y dos jardineros. Tuvo que pedirles a siete de ellos que busquen otro trabajo temporal hasta que la situación mejore.
Machuca considera que de no haber sido por el plan de créditos VIS y VIP para la compra de viviendas, que tiene el Gobierno Nacional con algunas instituciones financiera, no hubiese logrado sostenerse.
El VIS por ejemplo, está destinado para la compra de una primera casa (nueva) o construcción, cuyo valor sea de máximo 71.064 dólares, y con un interés del 4.88%.
El VIP en cambio es para financiar hasta el 95% del valor de un inmueble cuyo costo máximo sea de 91.500 dólares, con un interés del 4.88%, y con garantía del bien a adquirir.
PRECIO DEL SUELO
Para Miriam Castro, asesora en bienes raíces, el precio de los terrenos en Cuenca es sumamente alto respecto a otras ciudades del país, lo que impide construir casas para venderlas en menos de 70.000 dólares.
Castro considera que ha faltado promoción para que la ciudadanía pueda aprovechar los créditos VIS y VIP que entregan instituciones financieras que tienen un acuerdo con el Gobierno Nacional.
Indicó que actualmente los constructores trabajan en una propuesta con el Municipio de Cuenca para diseñar una ordenanza que permita construir casas de interés social, de hasta 40.000 dólares, en un terreno propio.
La Cámara de Construcción de Cuenca (CCC) tiene un catálogo de viviendas que van desde los 18.000 dólares hasta los 40.000, y en donde se establece además diferentes alternativas constructivas.
