Empresa familiar aplica estrategias para avanzar
Un total aproximado de 2 millones 500 mil dólares es la inversión prevista por Mega Supermercado Santa Cecilia en la construcción de su nuevo supermercado en la Uncovía, sector Parque Industrial de Cuenca.
Para esta obra compraron, el año anterior, un terreno de 6.000 metros cuadrados con subterráneo.
Hoy, por esta construcción, dan empleo directo a 50 personas. El avance de la obra registra un 60%, la aspiración es inaugurarla en diciembre de este año o máximo en enero 2021.
Este es uno de los proyectos que forman parte de la estrategia que realiza Mega Santa Cecilia para continuar con su expansión, pues el gerente administrativo, Ismael Barahona, informa que en esta época de pandemia nunca frenaron el trabajo.
Mega Santa Cecilia fue fundada en el año 2001 por Ricardo Barahona Espinoza y su esposa Rocío Pinos. Previamente él se dedicaba al transporte y distribución de productos de primera necesidad desde 1980.
Para el supermercado compraron el terreno de la calle Mariscal Lamar, que hoy es la parte central del local y con entrada al parqueadero subterráneo y, posteriormente, adquirieron la bodega general que da con la calle Tomás Ordóñez.
Desde la instalación en 2001 asumió la gerencia del supermercado René Barahona, quien se mantuvo en el cargo hasta 2015; Javier Barahona es el gerente general actualmente.
Esta es una empresa netamente familiar, totalmente administrada por ellos, en los diferentes cargos.
Ismael Barahona es la tercera generación; el nombre del supermercado es en honor a su madre, Cecilia Barahona, gerente de una de las importadoras que tiene la empresa.
Innovación y variedad es la clave de esta empresa, dicen directivos, y manejan el lema «baratito»
Con el lema “Mega Santa Cecilia baratito siempre” este comercio ha ido creciendo, de solo vender productos de primera necesidad “hasta ser un local sumamente completo, en donde tenemos casi de todo”, comenta el gerente administrativo.
Y da a conocer que, aunque la pandemia del Covid-19 les sorprendió, como a todo el mundo, este supermercado se fortaleció.
Aplicó todas las medidas de bioseguridad exigidas por el COE y trabajó fuerte, aunque las puertas se abrían al público a las 07:00, realmente el personal laboraba puertas adentro desde las 05:00.
Era necesario hacerlo porque tenían que preparar todas las compras para despachar la serie de llamadas, vía WhatsApp y redes sociales, de pedidos en línea.
Fue una época difícil…intensa, pero muy productiva, comenta el directivo. El consumo fue tan alto durante la cuarentena que este comercio tuvo que habilitar sus diez ventanillas de atención al cliente, contratar más personal para el asunto del servicio y buscar ayuda de vehículos para transportar.
Lo importante, dice, es que más allá del asunto económico, primó el deseo de contribuir con la población en una época tan difícil como la emergencia sanitaria.
De igual forma, precautelaron todas las medidas, dice, para proteger a su personal, pieza clave de su empresa, a tal punto que en nómina existe un gran porcentaje de gente que trabaja durante años en Mega Santa Cecilia “y es por el buen trato que les damos, el respeto y ellos se sienten bien con nosotros y responden bien”. (I)
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