Argentina, punta de lanza para la despenalización del aborto en América Latina

Argentina se coloca a la vanguardia en América Latina con la legalización del aborto, un reclamo por el que han luchado desde hace décadas los movimientos feministas en el país austral y que se ha convertido en realidad a punto de finalizar el 2020.

Hasta ahora, en América Latina, solo Cuba, Uruguay, Guyana, Puerto Rico, además de Ciudad de México y el estado mexicano de Oaxaca, tenían permitida la interrupción voluntaria del embarazo.

Desde el movimiento feminista argentino se espera que al igual que ocurrió con el «Ni una menos», – pionero en América Latina en la lucha contra la violencia machista-, la marea verde, color que identifica la «Campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito», se extienda por toda la región.

Para la directora ejecutiva de Amnistía Internacional en Argentina, Mariela Belsky, Argentina ha dado un importante paso y «avance en materia de los derechos humanos, y obviamente le mandó un mensaje a la región, donde en su mayoría restringen el acceso al aborto seguro y legal y provocan gran riesgo para la salud y vida de millones de mujeres, niñas y adolescentes».

También es un «mensaje para el movimiento de mujeres de la región de que las luchas tienen réditos y que no hay pandemias que la paren», dijo en declaraciones a Efe.

Una larga lucha para la legalización

El camino en Argentina hasta llegar este miércoles a la aprobación en el Senado en una votación (38 a favor, 29 en contra y una abstención) menos ajustada de lo previsto, no ha sido fácil dada la profunda división que este tema genera en la sociedad argentina.

Después de que en 2018 la Cámara de Diputados aprobara un proyecto para regular el aborto que el Senado rechazó, este hito histórico se ha logrado con el respaldo del presidente Alberto Fernández, que cumpliendo una promesa electoral envió el proyecto de ley para su debate el pasado 17 de noviembre.

«La criminalización del aborto de nada ha servido, solo ha permitido que los abortos ocurran clandestinamente en cifras preocupantes», expresó en esa fecha el mandatario en un mensaje en vídeo difundido a través de su cuenta de Twitter, en el que lamentó que cada año se hospitalizan alrededor de 38.000 mujeres por abortos mal practicados y 3.000 murieron por esa causa desde 1983.

Tras el logro conseguido con la aprobación este miércoles de la ley de interrupción del aborto en un año marcado por el agravamiento de la crisis económica que ha disparado la pobreza en medio de la pandemia de coronovirus, Fernández consideró que «hoy somos una sociedad mejor que amplía derechos a las mujeres y garantiza la salud pública».

El primer paso se dio en una maratoniana sesión en la Cámara de Diputados que se extendió durante 20 horas y que se inició el 10 de diciembre, coincidiendo con el primer aniversario del gobierno de Fernández.

Con la nueva norma se puede acceder en el sistema de salud al aborto legal, seguro y gratuito hasta la semana 14 de gestación en un tiempo máximo de 10 días desde su requerimiento.

Desde hace 15 años, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, integrada por más de 700 organizaciones, defiende la interrupción voluntaria del embarazo y ha presentado varios proyectos en el Congreso para lograr este objetivo.

Una de las referentes de esta campaña es Marta Alanis, que forma parte del movimiento Católicas por el Derecho a Decidir, y que defiende que se puede ser católica y estar a favor del aborto.

En declaraciones a Efe, Alanis aseguró que Alberto Fernández anunció en la campaña electoral que presentaría el proyecto del aborto en el Congreso «porque tiene convicciones», pero también porque «había un movimiento que estaba exigiendo ese derecho».

«Si no hubiera existido el movimiento no se hubiera animado a poner ese tema en debate», añadió.

El peso del Papa en Argentina

La legalización del aborto ha llegado 10 años después de que Argentina se convirtiera en el primer país de América Latina en reconocer el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo.

Para Marta Alanis después del matrimonio igualitario le tocaba el turno al aborto, pero en 2013 «apareció un papa argentino y eso obturó la posibilidad».

En su opinión, la lectura que se hizo es que tener como opositor a un papa argentino iba a afectar mucho la gobernabilidad del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner (2011-2015).

Belkis comparte la opinión del peso y la influencia que tiene el papa Francisco en la agenda política argentina, por lo que valora la posición que ha adoptado Alberto Fernández.

Además considera que el papa tiene un doble estándar ya que se ha manifestado respecto al aborto en Argentina, pero no lo hizo cuando se aprobó en marzo de este año en Nueva Zelanda, lo que a su juicio se debe a la pérdida del poder de la iglesia en Europa.

«En Europa ya medio perdió y en América Latina todavía tiene mucho poder», añadió.

El desafío ahora en Argentina es la implementación de esta ley.

Por ello, Belkis aseguró que «desde AI vamos a seguir trabajando para que el Estado garantice el cumplimiento de ese derecho porque la realidad es que es un gran paso la aprobación de esta ley, pero la implementación va a ser todo un desafío».

«Creo que ahí empieza la gran lucha porque obviamente nos vamos a encontrar con muchos escollos, porque probablemente en estos días las personas que están en contra de esta ley la cuestionen judicialmente», añadió. EFE

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