Un informe definitivo de la Contraloría General del Estado confirma que la fase cero de la vacunación contra el coronavirus en Ecuador benefició a personas que no trabajaban en los servicios de salud o vivían en centros geriátricos.
El informe DNA6-0018 del 2021, aprobado el 4 de junio pasado y hecho público el último fin de semana, da cuenta del uso que se hizo de las primeras vacunas que arribaron al Ecuador.
En el Hospital Pablo Arturo Suárez, de la capital de la República, se recibieron 450 dosis en la fase cero de vacunación, de estas, 285 fueron aplicadas a médicos y personal de salud del hospital y 63 suministradas a personal sanitario del hospital de los Valles.
De las 102 dosis restantes 33 fueron aplicadas a personas que viven y atienden en el edificio Riveras del Río Suites, entre ellas la mamá del exministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, informó la Contraloría General del Estado.
Un total de 33 dosis más fueron a parar a personas que no tienen que ver con el Hospital de los Valles, según informe de la Gerencia General de esa casa de salud, mientras 15 dosis adicionales fueron aplicadas a miembros del Gabinete Presidencial y sus cónyuges, así como a otras 18 personas que laboraron en la Presidencia de la República.
Estas vacunas no corresponden a dosis que sobraron de la inmunización a personal de salud, sino que fueron solicitadas mediante memorando por el Ministerio de Salud Pública, informó la Contraloría.
La persona responsable del traslado informó que no se le entregó una lista, sino que la vacunación se dispuso de forma verbal por el exministro de Salud y una de sus asesoras, información que fue remitida a la Fiscalía General del Estado.
El informe indica también que la Coordinación Zonal 9 de Salud, con sede en Quito, a través de un pedido de un gestor y asesor de Gobierno, dispuso que en el centro de salud de Chimbacalle se vacune a 15 adultos mayores de más de 80 años, entre ellos, nueve no vivían en ningún centro gerontológico, señala el documento.
Otra vacunación de la fase cero se dio en el hospital de especialidades Carlos Andrade Marín, también en Quito, en donde se inmunizó a 294 personas que laboran en esa casa de salud, entre ellas a personal que no estaba en primera línea, como una comunicadora social y una técnico administrativa.
Si bien en un inicio se señaló que estas personas fueron vacunadas porque otros dos médicos no pudieron recibir las dosis, el informe de Contraloría indica que había una lista de personal médico dispuesto a recibir las vacunas que lleguen a sobrar, pero en la nómina no constaban la comunicadora y la técnico.
La Contraloría estableció que en estos grupos se aplicaron dosis a 57 personas que no cumplieron los parámetros establecidos en la fase cero de vacunación. Debido a que varias de las disposiciones de inmunización se dieron mediante orden verbal, por lo que no hay constancia de quienes fueron vacunados en muchos de los casos.
El informe de la Contraloría contiene anexos con los nombres de las personas que sí fueron identificadas en la recepción de las vacunas, pero estas listas están de momento en manos de la Fiscalía General del Estado y el Ministerio de Salud Pública y no se han hecho públicas.
La Defensoría del Pueblo a nivel nacional también recibió las listas, pero tampoco se ha entregado un informe a la ciudadanía de quienes se vacunaron en la fase cero sin ser parte de la población elegida para dicha etapa.
En el Azuay, la Coordinación Zonal 6 de Salud también envió el listado de vacunados en la fase cero, en Cuenca, a la Defensoría del Pueblo. La titular de dicha dependencia, Verónica Aguirre, informó que la lista se está depurando y “será dada a conocer en los próximos días”, aunque ha pasado un mes desde la recepción de los documentos. (I)