Jaime Jimbo convierte la madera en arte religioso

Jaime Jimbo, a sus 59 años, es uno de los pocos artesanos que mantiene el oficio de escultor de madera, en Cuenca.

Es especialista en el arte religioso, es decir, cuenta con la habilidad y conoce la técnica para dar la forma a la madera y convertirla en imágenes de cristos, vírgenes, santos, niños y otros objetos que hacen referencia a la religión.

Además, se dedica a la restauración de antigüedades y piezas en mal estado.

Cuenta que a la edad de 10 años comenzó con sus primeras “travesuras” con la madera en el taller de su padre Julio Jimbo, en el barrio María Auxiliadora, zona céntrica de Cuenca.

Recuerda que por 1974, época de su niñez, en las mañanas iba a la escuela y en las tardes ayudaba en el taller de su papá, a quien con gratitud lo recuerda como su maestro (hace cuatro meses falleció su progenitor).

Jaime Jimbo señala que las imágenes que ha tallado son veneradas en templos locales, nacionales e incluso en el exterior. También son parte de inmuebles de personas particulares.

Jaime recuerda que en su niñez la educación primaria la cursó en la escuela Arzobispo Serrano; luego pasó al colegio San Francisco, que en ese entonces era nocturno. Esto le permitía dedicarse durante el día a trabajar y aprender el oficio de escultor con apoyo de su padre.

También incursionó en la música. Estuvo cinco años en el Conservatorio y aprendió el dominio del violín y piano.

Nada superó a la pasión por el arte religioso. A la edad de 28 años inició con su propio taller por el año 1991.

El primer local estuvo ubicado en las cercanías de la escuela Francisca Dávila, donde permaneció 14 años. Actualmente su taller lo tiene en las calles Luis Cordero y Pío Bravo, en Cuenca.

Jaime menciona que su especialidad es hacer imágenes de Cristo. Allí se demuestra todas las técnicas, al plasmar los detalles de la figura humana.

Su primer trabajo lo realizó a la edad de 13 años. Con las correcciones de su padre talló una imagen del Señor del Gran Poder.

Al consultarle cuántas imágenes ha tallado a lo largo de su trayectoria refiere que ha perdido la cuenta. Pero, especifica que el arte religioso es de mucha paciencia y dedicación.

Por ejemplo, la imagen de un Cristo de un metro de altura tomaría unos dos meses de constante elaboración; pero debido a que el escultor se dedica de forma simultánea a las restauraciones, la obra llega a cristalizarse en unos seis meses, y otras quizá hasta en un año.

Esto es de paciencia, de gusto, de habilidad y constancia”, explica Jaime Jimbo, mientras talla una imagen de la virgen de Guadalupe, destinada para una comunidad de la parroquia El Valle. Esta imagen va tomando forma con casi un año de dedicación.

Las maderas utilizadas para plasmar las obras son el cedro y el nogal; son las mejores dentro del medio y para este tipo de trabajos.

El escultor relata que una vez hizo un Divino Niño de madera de 2,5 centímetros, hasta imágenes de tres metros de altura. En cuanto a los costos, refiere que la imagen de un Cristo, de un metro de altura, está entre los 1.500 a 1.800 dólares.

Soy medio músico y más escultor. Me gusta tocar el violín en mis tiempos libres y un poquito de piano. Para desestresarme”.

Jaime se casó a los 18 años y lleva más de 40 años de matrimonio; tiene ocho hijos: cinco varones y tres mujeres. Espera que uno de ellos herede el oficio de escultor.

Recomendado

Los clientes de un escultor son los sacerdotes, personas particulares, extranjeros y migrantes-residentes. Varias obras de Jaime Jimbo son parte de templos y capillas de la Costa, Sierra y Oriente del Ecuador.

Los mismos clientes son los encargados de recomendar la labor del escultor.

En cuanto a la materia prima, la madera no se consigue fácilmente. El cedro y el nogal deben reposar el suficiente tiempo, lo que comúnmente se conoce como madera seca.

Una vez que cuenta con la madera, para dar forma a una escultura es necesario bosquejar la imagen a tallar. Luego de dar forma a la madera toca el pulido y posteriormente se aplica la técnica que se llama estucado. Finalmente se aplica la pintura o policromado.

El oficio

Jimbo teme que el oficio de escultor desaparezca. Considera que actualmente la juventud no se apasiona o no toma interés en elaborar esculturas de madera. Hace 40 años, existían más maestros, en la actualidad apenas quedan tres en la ciudad de Cuenca.

Las herramientas básicas y primordiales de un escultor son las gubias, con las cuales se talla y da forma a la madera. Las hay en diferentes tamaños, lo que permite plasmar hasta los más pequeños detalles en las figuras. Las máquinas grandes son únicamente para cortar el tronco de madera.

Jimbo expresa su gratitud a sus clientes, pues siempre ha tenido trabajo. Su filosofía de vida es el amor al trabajo. “Todo lo que se hace con amor se hace bien”. Las obras tienen que salir a satisfacción del escultor y por ende esto le va a gustar al cliente, reflexiona. (F)

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