La pandemia nos puso a escuchar música y ahora debemos mantenerla viva

El español Pablo Mielgo, nuevo director artístico y titular de la orquesta Symphony of the Americas, está convencido de que uno de los pocos aspectos positivos de la pandemia es haber hecho que «todos gastemos tiempo en escuchar música» y «admiremos más el directo en todas las artes».

En una entrevista con Efe en vísperas de debutar como director con la orquesta de Fort Lauderdale, a unos 40 kilómetros de Miami, Mielgo resalta el papel que la música, unida a la tecnología, ha tenido en ayudar a sobrellevar los tiempos difíciles de la covid-19.

«La música ha dado mucha esperanza y vida en momentos de soledad, ha sido compañera en momentos difíciles (…) y ayudado a la sanidad de la cabeza y el corazón», subraya Mielgo, quien recuerda al público que ahora le toca a él ayudar a «mantenerla viva».

«The show must go on (El espectáculo debe continuar)», dice en inglés.

En una época de incertidumbre global la gente percibe que «lo más cercano y lo que te da placer son las artes», por eso es importante entender «la trascendencia de lo que hay detrás» y empeñarse en «defender y proteger un patrimonio que es de todos», subraya.

«La música no es un consumible», puntualiza, «es la traslación de la cultura de lo que somos y de lo que venimos».

BALEARES Y FLORIDA UNIDAS POR UN DIRECTOR

El músico madrileño va a compaginar su puesto de director de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears (OSIB), en Mallorca (España), con sus nuevas responsabilidades en la Symphony of Americas, la orquesta más antigua del sur de Florida en activo.

«La vida de un director de orquesta está muy pegada a una maleta», subraya sin darle importancia.

Este martes 10 de enero empuñará la batuta en su concierto debut como titular de la Symphony of the Americas, «Salzburgo en Florida, un tributo a Mozart», con un programa dedicado íntegramente al autor de «La flauta mágica» y con el violinista español Francisco Fullana como solista invitado.

Con Fullana, ganador de una beca de carrera Avery Fisher 2018 y del Concurso Internacional de Violín Johannes Brahms 2014,  al violín y él al piano, Mielgo ofreció como aperitivo un concierto íntimo este fin de semana en Fort Lauderdale.

Para febrero está programado el concierto «Between Rio and Pampa-South America’s Cultural Crossroads», una convergencia de obras del brasileño Heitor Villa-Lobos y el argentino Alberto Ginastera, con la participación de la soprano Karen Slack.

«Los teatros son zonas seguras, porque si se respeta el protocolo no hay interacción, tenemos que romper con el miedo», dice convencido de que no va a ser algo que se consiga de un día para otro y más ahora que está en auge la contagiosa variante ómicron del nuevo coronavirus.

A su juicio, pueden ser «dos, tres o incluso cuatro años» hasta regresar a lo que fueron los conciertos prepandémicos.

EL DIRECTO SALE POTENCIADO Y CON UN PÚBLICO SILENCIOSO

Pero de una cosa está seguro: el directo sale potenciado no solo en la música, en todas las artes, «incluso en los programas de televisión».

Después de escuchar conciertos «enlatados» en medio de cuarentenas y confinamientos, el «milagro» de que un número grande de personas se junten para «sin trampa ni cartón» crear belleza, como ocurre con una orquesta sinfónica, es un valor en alza, asegura Mielgo.

Otro de los efectos positivos de la pandemia en la música clásica que ha percibido, como según dice otros directores y músicos, es el silencio y la atención total del público, algo que antes solo ocurría en Asia.

«Es increíble, ni una tos, ni un caramelo», asegura a la vez que hace votos para que no sea un fenómeno pasajero.

Su propósito como director de la Symphony of the Americas es convertirla en un referente y hacer que el «plural» de su nombre cobre sentido no solo con una mirada hacia el sur sino con «un abrazo» musical que abarque a todo el continente y tenga en cuenta las influencias europeas y no europeas.

Mielgo destaca que la orquesta que ahora empieza a dirigir es, como el sur de Florida, «un crisol de culturas». Entre los músicos se cuentan 17 nacionalidades, destaca.

Cuando se anunció que iba a dirigir la Symphony of the Americas, Steven Haines, director ejecutivo de la misma, dijo que «el sur de Florida tiene la suerte de reclamar como propio a Pablo Mielgo, artista de clase mundial, director y visionario artístico».

Este madrileño del castizo barrio de Embajadores ha asistido a directores como James Conlon, Jesús López Cobos, Daniel Barenboim y Claudio Abbado y colaborado con orquestas como la Sinfónica Simón Bolívar, la Arena di Verona, la Filarmónica de Qatar, la Filarmónica Robert Schumann, la Orquesta Nacional de China, el Teatro Real de Madrid, la Miami New World Symphony, El Sistema en Venezuela y la Florida Grand Opera.

Además, ha fundado tres orquestas juveniles desde 2003: la Orquesta Juvenil Presjovem, la Orquesta Juvenil Iberoamericana y la Harmonia Symphony Orchestra. EFE

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