El montañismo y la escalada, las pasiones de Roberto Suárez
“Siempre será un alma de Dios, siempre estaba pendiente de todo y su alegría contagiaba en cualquier actividad”, son las palabras de Daniel Carrión, entrenador de escalada en Federación Deportiva de Azuay (FDA) para describir a su amigo y alumno Roberto Suárez, quien falleció, a los 28 años, la tarde del lunes 1 de agosto en la montaña Huscarán, ubicada en los Andes centrales del Perú, mientras se desplazaba a la cumbre a 6.200 msnm.
La vida de “Robertito” -como le llamaban su amigos- siempre estuvo vinculada al deporte. A sus 13 años, ingresó a la escuela de escalada en FDA, y en ese lugar tuvo el primer contacto con el profesor de esta disciplina “Bagre” Carrión.
Luego de varias jornadas de entrenamientos y de competencias como seleccionado provincial, su amor por el montañismo y la escalada creció, hasta el punto de combinar estas actividades con su día a día.
“Roberto tuvo un equilibrio en todo lo que hacía: en su profesión y la pasión por el deporte en el aire libre. Con él formamos un vínculo fuerte, tuve la suerte de tenerle varios años como alumno y siempre se destacaba por su entusiasmo e iniciativa; disfrutaba la vida”, recordó Carrión.
El montañista azuayo que estaba próximo a cumplir 29 años y que era el último hijo de la familia Suárez-Serrano, se graduó como abogado hace aproximadamente seis años, y de esta manera cumplió uno de sus grandes objetivos a nivel académico; no obstante, sus metas más grandes era el ascenso a los nevados más importantes del continente.
A sus 15 años cumplió con su primera cumbre en el Volcán Cayambe, luego con el pasar de los años su técnica mejoró y recorrió más nevados en el país. En los últimos meses fue parte del ascenso más rápido al Volcán Cotopaxi, con un registro de dos horas y 40 minutos; incluso, a inicios del 2022 entró en la lista de los ecuatorianos en llegar a la cima del Aconcagua, ubicada en Argentina.
“Robertito salía de su trabajo y enseguida se vestía de corto para ir a la aventura; lo vamos a recordar como una persona alegre, siempre pendiente de la gente; tengo varias anécdotas, pero siempre me pasaba bien con él”, añadió el “Bagre”.
Amistad
Pedro “Perico” Corral (30 años) y Roberto Suárez iniciaron juntos en la escalada, con el pasar del tiempo, su amistad se mantuvo y se fortaleció.Corral define a su amigo “Robi”, como único y especial “tenía sus bromas únicas, hacía reír a la gente. Se nos va uno de la familia, pero estamos conscientes que se va haciendo lo que más amaba; hay demasiada gente que le quería, doy gracias por haber sido parte de su vida”, contó “Perico”.