El 10 de agosto conmemoran 30 años de cantonización.
El Pan y Sevilla de Oro comparten los mismos problemas en sus 30 años de emancipación política. La falta de empleo y oportunidades para los jóvenes, altos índices de migración y una vía estatal en malas condiciones afectan a estos cantones azuayos.
Las obras municipales, la agricultura y ganadería son las únicas alternativas de trabajo para los adolescentes que terminan el colegio en estas localidades, ubicadas sobre los 2.500 metros de altura sobre el nivel del mar (m.s.n.m.). Estas jurisdicciones, especialmente Sevilla de Oro sirve de paso hacia la provincia de Morona Santiago.
Roberto Chocho, quien reside en el sector Culebrillas que se sitúa en las proximidades de la cabecera cantonal de El Pan, terminó este año el colegio con la esperanza de acceder pronto a una escuela de formación para ser policía. Su sueño podría truncarse porque sus padres no cuentan por el momento con el soporte económico necesario para financiar su preparación.
El joven, de 17 años de edad, trabaja desde hace un par de semanas con su padre, quien es albañil para ganar un poco de dinero para ayudar en el hogar.
Roberto teme que su futuro sea similar al de otros bachilleres del cantón que migraron a Cuenca, Guayaquil e incluso a los Estados Unidos (EE.UU.). Así dejaron a sus padres abandonados por la falta de empleo en la tierra que los vio nacer.
La migración ha sido un factor importante para que se reduzca la población en estas jurisdicciones. El auge migratorio ha incrementado mucho más tras la pandemia de la COVID-19.
Según información de las administraciones municipales, El Pan registró en el último censo del 2010 alrededor de 3.100 habitantes que hoy están por debajo de los 2.800. Mientras en Sevilla de Oro, de 7.000 pobladores de aquel entonces, existen por ahora menos de 5.000 personas.
Saúl Peralta, de 72 años de edad, vive solo con su esposa luego de que sus ocho hijos dejaron Sevilla de Oro. Lo hicieron en busca de mejores oportunidades.
El hombre se dedica desde hace tres meses a vender en un terreno junto al edificio municipal sancocho y fritada porque su trabajo como agricultor ha decaído. Asegura que cuatro de sus hijos viven en EE.UU. y el resto en Cuenca porque no hay futuro en su tierra.
“En el Pan y Sevilla de Oro existen sectores que se están quedando sin gente”. Esas fueron las palabras de Víctor Villavicencio, un chofer de camionetas, quien puso como ejemplo a las comunidades de La Unión, Chimul, Santa Teresita, San Vicente, entre otras localidades de los dos cantones donde presta sus servicios.
Villavicencio está preocupado también por los jóvenes “Ellos creen que al terminar el colegio la única opción de superación es migrar. Las autoridades deben hacer algo para cambiar esta realidad”.
Otro de los graves inconvenientes en estos cantones es el estado de La vía Paute-Guarumales-Méndez. La carretera atraviesa estas localidades, ubicadas en el corazón energético del Ecuador por la presencia de las centrales que integran el Complejo Hidroeléctrico Paute Integral.
La vía sufre de baches, hundimientos y constantes deslizamientos. Algunos tramos como los ubicados en los accesos a las cabeceras cantonales están en riesgo de colapsar.
Los habitantes se han acostumbrado a tener problemas de conectividad ante la falta de soluciones inmediatas.
Autoridades
Los alcaldes coinciden en potenciar el turismo como una opción para levantar la economía. Asimismo, hablan de la necesidad de tecnificar la labor agrícola y ganadera para evitar que los jóvenes abandonen los dos cantones.
Para Rigoberto Borja, alcalde de El Pan, algunos emprendimientos turísticos surgieron tras la pandemia de la COVID-19, considerando que no ha sido un fuerte del cantón a pesar de sus paisajes.
La administración municipal contribuye con el mejoramiento de vías de segundo y tercer orden bajo convenios de concurrencia con el GAD Provincial para facilitar el acceso a los emprendimientos.
De su parte, Rolando Calle, alcalde de Sevilla de Oro, resaltó que los proyectos turísticos generan que las personas emprendan sus negocios. Por tal motivo, se construye el parque lineal “Río Collay” que estará listo hasta finalizar el año.
El propósito de la obra es contar con kioskos y espacios para que los habitantes vendan sus productos a los visitantes.
Los burgomaestres han hecho gestiones para que se cambie la realidad de la vía Paute-Guarumales-Méndez, principalmente los tramos que atraviesan sus localidades. Las autoridades esperan una respuesta concreta del Gobierno Nacional.
La realidad de estos cantones es compleja en relación a otros sectores del Azuay. Sin embargo, sus habitantes no pierden el entusiasmo de festejar el próximo 10 de agosto un aniversario más de sus territorios. (BPR)-(I)
DETALLES
- 7 kilómetros separan a los dos cantones. La cabecera cantonal de El Pan se ubica en el kilómetro 42, y Sevilla de Oro en el 49, de la vía Paute-Guarumales-Méndez.
- 140 personas de la zona trabajan en los municipios de El Pan y Sevilla de Oro. Esto conlleva una alta inversión del presupuesto municipal en gasto corriente.
- Sus habitantes tuvieron trabajo, cuando se construyeron las centrales hidroeléctricas Mazar y Sopladora. Las obras concluyeron dejando en el desempleo a muchas personas.
- Los alcaldes creen necesario contar con institutos tecnológicos en la cuenca del río Paute. El propósito es que los jóvenes que terminen el colegio tenga una opción cercana para continuar sus estudios.
- En El Pan se aspira con fondos de la comunidad europea construir un sistema de alcantarillado con el afán de minimizar la contaminación debido a los pozos sépticos.