Al menos dos personas murieron este miércoles 5 de octubre de 2022 y otras 18 resultaron heridas por un atentado suicida con bomba en una mezquita del Ministerio del Interior de Afganistán, en Kabul, frecuentada principalmente por los visitantes del edificio y algunos funcionarios para sus oraciones.
La ONG italiana Emergency, que cuenta con uno de los principales hospitales de la capital, informó de que había recibido 20 pacientes en sus instalaciones, entre ellos dos fallecidos, «después de un atentado con bomba en una mezquita en el Ministerio del Interior».
Sin embargo, «el numero de víctimas podría, desafortunadamente, aumentar de nuevo en las próximas horas», agregó la organización.
La explosión fue consecuencia de un atentado suicida, explicó Emergency, ya que varios de los heridos relataron haber visto a un hombre detonar un dispositivo.
La mezquita afectada es «una mezquita secundaria a cierta distancia del Ministerio, donde normalmente los visitantes del Ministerio y algunos trabajadores del Ministerio realizan sus oraciones», explicó a Efe el portavoz del ministerio, Abdul Nafi Takoor, sin ofrecer más detalles sobre el número de afectados.
De momento, ningún grupo armado o individuo ha reclamado la autoría del ataque.
Afganistán sufrió otro sangriento atentado suicida la semana pasada, cuando un hombre armado entró en el aula de un centro educativo que se encontraba abarrotado y se inmoló provocando la muerte de 53 personas, además de causar 110 heridos, según la Misión de la ONU en Afganistán (Unama).
De acuerdo con el informe de la ONU, 46 de los fallecidos eran niñas o mujeres jóvenes, ya que el atacante entró a la clase por la puerta de las chicas mientras realizaban un examen de práctica para preparar las pruebas de acceso a la universidad.
Este atentado tuvo lugar en un barrio en el oeste de Kabul, donde principalmente residen miembros de la discriminada comunidad chií hazara.
Pese al fin de la guerra tras la retirada de las tropas internacionales y la victoria de los talibanes, Afganistán ha sufrido algunos de sus más sangrientos ataques desde que ese grupo islamista radical regresó al poder hace un año.
La mayoría de estos ataques han sido autoría del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que se ha convertido en la principal amenaza para la seguridad en Afganistán y mantiene una intensa rivalidad con los talibanes. EFE