Martín Vintimilla desde niño vivió a plenitud el deporte tuerca
Desde muy temprano, Martín Andrés Vintimilla Carrasco sintió pasión por el deporte tuerca. A los 5 años ya compitió en el Karting y, gracias a ese cariño y dedicación, pronto se convirtió en uno de los más destacados a escala nacional e internacional.
Su abuelo, el reconocido Jaime “Negro” Vintimilla, y su padre Juan Diego Vintimilla le encaminaron hacia el éxtio en el automovilismo nacional. Es por eso que hoy que está de luto toda la familia automovilística ante la temprana partida del “Tín”, tras sufrir un accidente, el pasado viernes, durante el Campeonato Nacional de Rally, que se cumplía en Gualaceo.
Su carisma, bondad y personalidad le hicieron un persona muy querida en el mundo automovilístico. Sus primeros pasos en esta disciplina se dieron en el kartódromo, que estaba ubicado en el sector Los Eucaliptos,en Cuenca. Allí, demostró que estaba para grandes cosas. Con el pasar de los años, su técnica en el gokart, se perfeccionaba y por su estilo de manejo, logró un título internacional, en Colombia, cuando cruzaba los ochos años.
“Fue mi sobrino y ahijado. Lo cargué desde muy pequeño, siempre estuvo vinculado con el deporte. Su afición era fuerte con el automovilismo. Su sueño fue competir en un rally y nosotros siempre lo apoyamos. Él fue mi compañero de entrenamientos, siempre estaba pendiente, incluso, cuando corría me ayudaba a abrochar los arneses. Su bondad era infinita”. Así lo recuerda Antonio Llerrena, quien en su momento fue copiloto de Jorge Terán (+), en varias competencias de rally.
El talento de Martín no solo quedó plasmado en los autos o gokarts, sino que también practicó el ciclismo de montaña (cross country y downhill) y motociclismo, en la modalidad Hare Sramble. En ambas disciplinas se ubicó entre los mejores “siempre rozó el podio y eso nos llenaba de alegría a la familia”.
Tras una pausa en el karting, el azuayo retomó esta actividad hace tres años. Lo hizo con creces, pues fue protagonista en varias carreras disputadas en el kartódromo de Cotopaxi.
Sueño cumplido
Y es que el piloto cuencano, de 21 años, cumplió uno de sus sueños: ser parte del rally en un auto propio. Esto se cumplió.
Su dedicación en el trabajo le permitió ahorrar una cantidad de dinero que le permitiera adquirir un Hyundai Grand I10 y así debutar en esta modalidad. Su primera competencia se dio en la quinta válida del Campeonato Nacional, disputada en El Oro, en julio. En aquella cita, terminó en la novena posición, en la categoría T1, con un tiempo de una hora, nueve minutos y 51 segundos. Junto a Martín Vintimilla estuvo como copiloto José Altamirano.
“Este siempre fue su sueño. Él ahorró y se compró con su propio dinero ese auto para competir, siempre dedicó tiempo a su negocio (Car Doctor-Estética Automotriz).
En esta válida (Azuay) era su segunda competencia, pero aveces el destino tiene previsto una mala pasada”, recuerda “Toño” Llerena.
Tín” era el mayor de tres hermanos. Los menores Juan José y Matías siguen los pasos de su familia y también están vinculados al kartismo.
Para Llerera, a Martín se lo recordará como un “piloto solidario, feliz, talentoso y con mucha pasión con el deporte tuerca. Su perseverancia lo ubicó como uno de los mejores…”.