Una Unidad de Policía Comunitaria ecuatoriana (UPC) fue tiroteada anoche en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, en estado de excepción desde la semana pasada, al igual que las de Esmeraldas y Guayas debido a varios atentados.
«Antisociales a bordo de una motocicleta dispararon contra una UPC, en Santo Domingo de los Tsáchilas. Existen daños materiales a la infraestructura que se encontraba al servicio de los santodomingueños», indicó la Policía en su cuenta de Twitter.
La Policía publicó una fotografía en la que se aprecia una puerta de vidrio completamente destruida.
«Quienes atenten contra la seguridad deben tener una sanción ejemplar y contundente», señaló la Policía, cuyo comandante general, Fausto Salinas, informó el lunes de otro atentado contra otra UPC en la ciudad costera de Guayaquil.
INCENDIO DE AUTOMÓVIL EN GUAYAQUIL
La misma noche de este lunes 07 de noviembre, en Sauces 5, al norte de Guayaquil, un vehículo estacionado fue incendiado.
Según testigos, sujetos habrían arrojado un artefacto explosivo al automotor.
No se reportaron personas heridas.
La policía llegó al sector para recopilar información y dar con el paradero de los responsables.
El hecho se registró cerca de las 22:00, según testimonio de los vecinos, quienes en un inicio pensaron que se trataba de un coche bomba.
CONDENA A ATENTADOS
La Asamblea Nacional (Parlamento) de Ecuador condenó este lunes los atentados que grupos de la delincuencia organizada perpetraron la semana pasada en varias ciudades del país y exigió a los organismos de seguridad y justicia que identifiquen y sancionen a los autores.
Tras una sesión de más de seis horas, 120 de 127 legisladores presentes en el unicameral legislativo ecuatoriano aprobaron la resolución presentada a moción por el asambleísta Ramiro Narváez, del partido Izquierda Democrática (ID).
La Asamblea, en esa resolución, se solidariza con la población en general, especialmente con los ciudadanos y agentes del orden directamente afectados por los atentados perpetrados por grupos del crimen organizado.
Una veintena de atentados, con explosiones de coche bombas, ataques armados a unidades policiales y enfrentamientos a tiros entre policías y delincuentes se registraron entre el miércoles y jueves de la semana pasada en ciudades de las provincias costeras de Esmeraldas, Guayas y Santo Domingo de los Tsáchilas, con un saldo de cinco policías fallecidos.
El Gobierno ha decretado el estado de excepción, que incluye un toque de queda en la madrugada, en esas tres jurisdicciones.
ATENTADOS Y REYERTAS CARCELARIAS
La andanada de ataques también coincidió con una reyerta en la cárcel Guayas Número 1, conocida como La Penitenciaría del Litoral, ubicada en la ciudad de Guayaquil (suroeste), en la que fallecieron dos reclusos y otros seis resultaron heridos.
Unos 2.600 agentes del orden, entre policías y militares, intervinieron en dicha prisión para trasladar presos de alta peligrosidad a otra cárcel en la vecina provincia de Manabí, a la par de una «rotación» de reclusos entre los pabellones que integran la Penitenciaría, que es la cárcel más grande y poblada de Ecuador.
Los agentes que participaron en esa intervención el jueves fueron recibidos a tiros por grupos de presos y según ha informado el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), 15 policías y 3 militares resultaron heridos.
Por otra parte, el lunes cinco reos murieron en otro incidente, esta vez en una cárcel de Quito, la capital de Ecuador.
El Gobierno consideró que los ataques y la violencia en las cárceles podrían tener una relación con el crimen organizado trasnacional, por lo que han llamado a la población a unirse para encarar la violencia.EFE
