La Tri, a la puerta de los sueños, concentrada en ganar

La puerta de los sueños está entreabierta, falta solo la audacia de dar el paso para atravesarla y situarse por segunda vez en su historia en los octavos de final de un Mundial, el objetivo con el que la Tri de Gustavo Alfaro y su joven guardia habían viajado hasta Catar.

Un empate en el último duelo ante Senegal sirve a Ecuador para conseguir la gesta y hasta perdiendo podría hacerla realidad, si Países Bajos se descalabra en su duelo contra la ya eliminada anfitriona.

Ante la campeona africana, que necesita el triunfo para conseguir también su segunda clasificación para octavos, Ecuador puede salir incluso con la primera plaza del grupo, que se dirimirá con los «oranje» con quien ahora mismo tienen un espejo en la clasificación: mismos puntos, misma diferencia de goles.

Si vuelven a repetir marcador, podría ser las tarjetas amarillas las que determinarán quién de los dos supera la primera fase o, en caso extremo, un sorteo entre ambos.

Ser primera puede tener un significado simbólico para Ecuador, porque la teoría dice que así evitaría en su primer cruce a Inglaterra, la selección que con un gol de David Beckham les eliminó en Alemania 2006, la única vez que jugaron esa fase.

A falta del duelo final contra Gales, los ingleses de Gareth Southgate están en buena posición para liderar el grupo B y, por tanto, enfrentarse contra el segundo del A.

Ecuador saldrá a ganar

Pero en Ecuador es pronto para hacer esas cuentas y Alfaro advirtió de que no saldrán a especular y se mantendrán fieles a su estilo, a lograr el triunfo, sabedores de que un accidente acabaría con todo el trabajo efectuado hasta ahora, la laboriosa clasificación y los dos extraordinarios partidos que han jugado en Catar.

Los de Alfaro se han convertido en una de las sensaciones del Mundial, por la maestría con la que gestionaron el partido inaugural, con toda la carga simbólica que ello implicaba y que resolvieron con la primera derrota de los anfitriones en el duelo de apertura en la historia de los Mundiales (0-2).

Aquella gesta no fue efímera y en su segundo duelo, contra una selección de la jerarquía de Países Bajos, volvieron a demostrar su descaro y calidad y dejaron la sensación generalizada de que el empate (1-1) fue poco premio para su esfuerzo.

Ecuador, la selección más joven de las 32 que acudieron al Golfo Pérsico, volverá a confiar en el ímpetu de sus jugadores y está pendiente de la rodilla de Enner Valencia, el toque de experiencia del grupo.

«El liderazgo del capitán es esencial», dijo el seleccionador, que apeló a su corazón para que salte al campo contra los africanos pese a los problemas que arrastra desde el primer partido.

El delantero de 33 años, que ha marcado los tres tantos conseguidos hasta ahora por la Tri y que también logró los tres en el último Mundial de Ecuador, el de 2014 en Brasil, arrastra un esguince en la rodilla que le ha impedido terminar los dos primeros partidos en Catar.

Se retiró en el minuto 76 del partido ante la anfitriona el pasado día 20 y fue sometido a diversas pruebas médicas que determinaron un esguince leve en su rodilla izquierda, la misma que cuatro días más tarde le hizo sentarse en el banquillo en el 90 con una aparatosa bolsa de hielo pegada a su pierna.

Sus ganas de ayudar a Ecuador hacen casi impensable que no salte al césped en el decisivo duelo frente a Senegal, que sí se perderá Jhegson Méndez, dos veces amonestado y que purgará un partido de sanción. Su puesto puede estar ocupado por José Cifuentes, que saltaría al centro del campo junto a Moisés Caicedo.

Alfaro puede optar por una defensa de cuatro, como hizo ante Catar, u otra de tres centrales, opción elegida contra Países Bajos, ante un equipo que, según su técnico, Aliou Cissé, confía en sus opciones de llevarse la victoria

«Tenemos un rival muy difícil, pero a nosotros no nos vale más que la victoria, así que no podemos especular, hay que ganar a toda costa para seguir la aventura. Respetamos a Ecuador, pero hemos preparado bien el partido y esperamos obtener la victoria», dijo el seleccionador africano, que ya hace cuatro años se quedó a las puertas de los octavos en un decisivo duelo contra Colombia, otra nación sudamericana.

Para Alfaro, es «el partido más difícil del Mundial» contra un rival que tiene más experiencia en duelos decisivos y que «ha sabido reinventarse tras la ausencia de Sadio Mané», su gran estrella.

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