Triatletas de Canadá y del área sudamericana realizan un entrenamiento de altura en Cuenca
Cuenca es una ciudad bondadosa en la preparación de un atleta de alto rendimiento. Estar a 2.550 ms.n.m. no es lo único que le hace atractiva. También está su geografía y otros rasgos culturales que les hace sentir como en casa a quienes la visitan. Es el caso de los triatletas de Canadá.
“Nos gusta mucho la ciudad. A nivel físico es duro para nosotros que venimos del nivel del mar. La altura nos afecta mucho, necesitamos algunos días para adaptarnos, pero nos gusta mucho la comida, las plazas para entrenar y la gente es muy simpática”.
Es el sentir de Kyla Rollinson, seleccionadora nacional de triatlón de Canadá y entrenadora de atletas sudamericanos como el azuayo Juan Andrade y el colombiano Carlos Quinchara, quien estuvo en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Hasta finales de enero, Cuenca acogerá al combinado de triatletas norteamericanos y sudamericanos. Luego un grupo más pequeño viajará a la costa para adaptarse al calor de cara a la Serie del Campeonato Mundial que será en Abu Dhabi, el tres y cuatro de marzo.
En ese grupo estará Emy Legault. En la última actualización del ranking mundial, realizada el tres de enero, la triatleta canadiense ocupa la posición 25.
Está entre las cinco mejores de América, detrás de las estadounidenses Taylor Spivey (3), Taylor Knibb (4), Kirsten Kasper (14) y Summer Rappaport (20). En el puesto 50 aparece la azuaya Elizabeth Bravo.
Objetivo olímpico
Rollinson estuvo al frente del equipo nacional de su país en los Juegos Olímpicos de Tokio. Ahora su aspiración es llegar a París 2024 con las canadienses Legault, Noemie Beaulieu, el ecuatoriano Andrade y el colombiano Quinchara.
Los dos últimos “tienen una mentalidad muy abierta, quieren aprender y quieren crecer. Son chicos bastante resilientes. Desde hace mucho tiempo hacen su deporte con corazón, tienen un futuro interesante”.
Es innegable el poderío de Europa en el triatlón, en especial de Gran Bretaña, Alemania, Francia, España, etc. “En Europa tienen una visión global de lo que necesitan hacer y trabajan muy bien los detalles”.
Para Rollinson, América muestra un desarrollo importante en los últimos años, pero considera que se debe salir con más frecuencia a competir en Europa y no descuidar aspectos que van de la mano con el deporte: nutrición, preparación mental, etc.
“Antes de trabajar la parte física y fisiológica, es importante que el atleta sepa que le importas, que no es una máquina, que es una persona porque es muy duro lo que hacen. Entonces mi filosofía es trabajar primero con la persona y segundo con el atleta. Allí es cuando el atleta puede crecer”.
- Rollinson tiene 47 años, desde los 15 el deporte forma parte de su vida. Su última competencia oficial fue en 2010. Luego se dedicó al ciclismo de ruta y a la par empezó a dar sus primeros pasos como entrenadora de triatlón.
- “Yo tenía mucho apoyo de entrenadores masculinos de otros países, pero hay otros que no se interesan mucho que yo esté en este sitio. Hoy la situación es menos dura que antes, pero hay cosas que son más fáciles para un hombre”.
Los “Juanes” son anfitriones
Dos cuencanos forman parte del campamento. A más de Juan Andrade está su tocayo Juan Domínguez. El joven de 17 años y estudiante del colegio Rafael Borja entrena con la planificación que le manda vía online el español Carlos Prieto, entrenador en su momento de Javier Gómez Noya, campeón mundial, europeo y medallista olímpico.
“Mi debilidad siempre ha sido la natación. Por tema del colegio hay días que no puedo salir a ciclear o hacer atletismo con ellos, pero intento juntarme en la natación que es lo que más necesito”.
Para Andrade estar en casa junto a su entrenadora es motivante y una oportunidad única de ajustar detalles en el entrenamiento que a veces a la distancia no se puede ser tan fino. La temporada 2023 empezó con el puesto 84 en el ranking mundial.