Fundación La Aurora cumple 35 años de acompañar y enseñar a la niñez cuencana

La fundación La Aurora cumplió 35 años. Su local, una antigua y bien conservada casa patrimonial, ubicada en la calle Gran Colombia y Tarqui, en pleno Centro Histórico de Cuenca, guarda una buena parte de su historia.

Actualmente allí acuden 60 niños, de familias de escasos recursos económicos, para recibir clases y aprender a desarrollar sus habilidades con la asistencia de un equipo de psicólogos, profesores, promotores y trabajadores sociales.

En este lugar también reciben alimentación y celebran sus cumpleaños. Además salen a paseos en parques y piscinas. Tienen charlas y talleres sobre diferentes temas que buscan mejorar su desarrollo y valores.

Gloria Astudillo, exasambleísta de Azuay y directora de esta institución, recordó que esta inició hace 35 años cuando Xavier Muñoz Chávez, su esposo, era alcalde de Cuenca.

“Un grupo de mujeres habíamos creado el primer departamento a nivel de todo el país, llamado Acción Social Municipal, fue en el año 1985 y como ya concluía el periodo, en el 1988, ya teníamos que salir…”, relató.

Iniciativa

Fue entonces que Susana Rojas, una de las voluntarias, propuso crear esta fundación y el 1 de marzo de 1988 el Ministerio de Bienestar Social les entregó la personería jurídica.

Iniciaron con dos proyectos sobre promoción y capacitación para mujeres; y asistencia para niños trabajadores de la calle. Comenzó en una vivienda cerca del parque Calderón, propiedad de Astudillo.

“En ese entonces algunos niños tenían 13 y 14 años, y ahora ya están casi llegando a los 50 y muchos de ellos nos vienen a visitar, algunos han incursionado muy bien en la vida y esa es una satisfacción que tenemos…”, dijo.

Uno de ellos ahora es dueño de una fábrica de ropa deportiva y donó ternos deportivos. Asimismo otro joven que se dedicaba a lustrar zapatos llegó a la fundación para entregar la cajita con la que trabajaba. Esto fue hace unos 25 años.

Para su funcionamiento La Aurora tiene un convenio con el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), con el Municipio de Cuenca y con el Ministerio de Educación, que apoya con dos docentes.

Apoyo

La Embajada de Canadá les donó todos los materiales para la reconstrucción del inmueble que actualmente ocupan. También han tenido el apoyo del Servicio Alemán de Cooperación Técnica.

Indicó que inicialmente tuvieron un programa de capacitación a mujeres donde les enseñaron reparación de electrodomésticos; electricidad básica; y procesamiento de frutas, hostalizas y cárnicos.

“Otro proyecto que fue bien fuerte es el que hicimos con adolescente callejizados usadores disfuncionales de droga, eran los niños que pernoctaban en aquella época en los bajos del puente de la Unidad Nacional…”, relató.

“Todos los niños que han venido y vienen acá puedo decirlo con toda certeza que lo que reciben en este espacio desde un inicio es cariño y afecto, eso es fundamental….”, manifestó.

Los padres también deben asistir una vez por mes para participar de talleres sobre temas como la buena crianza, el maltrato, prevención en uso de drogas, violencia, entre otros.

Una asamblea general es la que preside esta institución, y está integrada por un grupo de damas que han acompañado el desarrollo de esta fundación a lo largo de este tiempo.

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