Un vía crucis de fe en las comunidades de Cuenca

Por la fe, para pedir por la familia, por la salud, por el trabajo, para obtener un poco de esperanza en tiempos complejos. Cada quien tiene sus razones para participar en las procesiones de Viernes Santo. Y ayer estas expresiones se vivieron en diversos lugares de Cuenca.

En las parroquias rurales, por ejemplo, cientos de personas acudieron para juntarse en los vía crucis que organizaron los grupos religiosos.

La procesión de Mesaloma, de la parroquia San Joaquín, fue uno de estos espacios de encuentro de fe. Más de mil feligreses se concentraron en la vía Medio – Sayausí para empezar a ascender hacia las cercanías de la cima del cerro Sagrarumi y recrear el vía crucis.

El de Mesaloma es considerado uno de los más complejos porque los participantes para completar la visita de las 12 cruces deben caminar cuesta arriba por alrededor de cuatro kilómetros.

Aun así, a pesar de la dificultad, niños, adolescentes, adultos y adultos mayores fueron parte de la recreación del camino que tuvo que seguir Jesús hacia la cruz. En esta procesión le acompañaron quienes recrearon a personajes como los apóstoles, la Virgen María y María Magdalena, los soldados romanos (a pie o a caballo). Además de las imágenes llevadas a hombros y hombres que cumplieron su sacrificio cargando una pesada cruz.

“Esta es una tradición y un acto para agradecer por la vida. Mi familia lleva participando por muchos años y uno tiene que continuar con esto porque solo nos queda agradecer y pedir”, aseguró María Astudillo, quien, junto con sus hijos, emprendió el recorrido por el camino zigzagueante para cumplir con el objetivo de llegar a la última estación.

Si bien la complejidad del trayecto pesa, hay otras características de la procesión de Mesaloma que hacen que la gente se olvide, de alguna manera, del camino. Y estas son la naturaleza y la vista que se tiene.

El vía crucis fue escenificado con los personajes bíblicos durante la procesión de Mesaloma, ayer en San Joaquín.

Mientras la gente camina es parte del silencio que entrega la montaña, de los parajes verdes y de los chorritos de agua que caen de entre la vegetación. Mientras los creyentes viven el Viernes Santo miran desde lo alto a Cuenca y los cerros que la rodean.

“Yo digo que a veces no es necesario ser creyente para participar en las procesiones. Uno puede estar en silencio y puede disfrutar de la paz que da estos encuentros. Uno acá tiene encuentros con lo que cree y con la naturaleza”, opinó Juan Fernando López, un joven de 25 años que participó en la procesión.

Encuentro en Buenos Aires

Sayausí, otra de las parroquias que lleva más de 50 años impulsando su procesión, también vivió a su manera el Viernes Santo. Alrededor de 500 personas se encontraron en la iglesia de Buenos Aires, en donde jóvenes y adultos escenificaron los últimos minutos de vida de Jesús.

Los jóvenes fueron parte activa de la procesión de Mesaloma.

Antes del encuentro, los creyentes participaron de la procesión que recorrió la parte rural de la parroquia. En medio del trayecto hubo cánticos y alabanzas enfocados en pedidos y agradecimientos.

“Se mantiene todavía la tradición en Sayausí. No ha cambiado mucho y eso es bueno. La gente participa, camina y es parte de la oración, que para mí es lo más importante”, contó María Lojano, de 65 años.

Las razones por las que aún el culto religioso se mantiene por las calles de Sayausí se debe al apoyo entre las comunidades. Así lo considera Marianita Salinas, una mujer de 70 años, que ha participado año a año en las procesiones.

Un grupo de mujeres participaron vestidas de negro, en señal de luto.

“Hay un apoyo en la organización. Y las personas que no estén en la misma son parte de la convocatoria. Con su presencia, el Viernes Santo cobra fuerza. Hay cientos de personas que todavía mantienen esta tradición que espero que nunca se termine”, enfatizó Marianita.

Y es así como los católicos de diferentes sectores de Cuenca recordaron la Pasión y Muerte de Jesús en este Viernes Santo.

Eventos

En Cuenca continuarán los últimos eventos de la Semana Mayor. Por ejemplo, la Arquidiócesis preparó para hoy, a las 10:00, la Vía Matris. Mientras que a las 22:00 se realizará la Vigilia Pascual.

Hubo personas que cargaron una pesada cruz como una forma de penitencia.

Para mañana, en cambio, se realizarán las eucaristías de Pascua. A las 09:00, 10:00, 11:00, 12:00, 13:00 y 20:00 se celebrarán las misas.

Cada una de esas actividades se desarrollarán en la Catedral de la Inmaculada Concepción. Se permitirá el ingreso hasta completar el aforo del espacio religioso.

En promedio, cumplir con las procesiones toma alrededor de dos a tres horas por el trayecto y por las paradas que hacen los participantes.

En Cuenca, además de San Joaquín y Sayausí, las parroquias Turi, El Valle y Paccha cuentan con procesiones que se realizan en Viernes Santo.

(I)

REM

REDACCION EL MERCURIO

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