El miedo es la herramienta más poderosa para el sometimiento de los pueblos; mediante el terror, la ansiedad y los distintos estadios del miedo, aquellos que detentan el poder logran sus objetivos y conservan su lugar de primacía. Mientras tanto, la educación, la cultura abren los caminos hacia la libertad y el pensamiento crítico. En su libro “Miedo a la libertad”, Erick Fromm hace un análisis profundo sobre el miedo que, como seres biológicos, tenemos en nuestras raíces, sin embargo, la posibilidad del autocuidado, el aprendizaje continuado de uno mismo y de las circunstancias que nos rodean, son nuestras armas en contra de la manipulación de los mass media, la política corrupta endémica y el infierno de las pasiones revueltas en el albañal de las redes sociales, con sus consecuencias nefastas en nuestro cerebro y, por lo tanto, en las actitudes sociales que definen el miedo como el centro de la existencia. La libertad interior, hoy más que nunca, es una urgencia de salud, el “Conócete a ti mismo” es indispensable. Los miedos manipulados, planificados y estructurados se vacían cuando el pueblo deja su ignorancia y se obliga a soñar conscientemente, es decir a aprender de su poder de discernimiento cada día. (O)
