Como parte de su interminable y funesta cadena de abusos y arbitrariedades, el dictador nicaragüense Daniel Ortega acaba de disponer la clausura del funcionamiento del INCAE y el cierre indefinido de sus instalaciones. El INCAE, Instituto Centroamericano de Educación, es una de las universidades más prestigiosas de latinoamerica, con sedes en Costa Rica y Nicaragua, y en donde han estudiado y obtenido sus títulos miles de profesionales del más alto nivel. Seguramente, como suele suceder con ciertas mentalidades anormales, el INCAE y su presencia le resultaban incómodas al dictador, o le molestaba que el centro de estudios no se encuentre bajo su control omnímodo.
En las últimas elecciones presidenciales Ortega y su esposa, la vicepresidenta, volvieron a ganar, sin que para ello haya importado que la Constitución nicaragüense prohíbe la reelección presidencial y que tuvo que meter presos a más de una docena de posibles candidatos opositores para que no participaran en las elecciones y así allanar su viciado e inmoral triunfo electoral.
MAS, Movimiento al Socialismo, es el partido del ex presidente de Bolivia Evo Morales. Siendo aún presidente, Morales convocó a una consulta popular para revocar la prohibición constitucional sobre la reelección presidencial indefinida, y la perdió. Luego de movilizaciones que causaron cientos de muertos y heridos, el MAS, con la venia de Morales por supuesto, escogió a Luis Arce como candidato presidencial, y ganaron las elecciones. Morales, con una serie de acusaciones en su contra, dejó el país y se “mandó a cambiar” por otros lares y por un buen tiempo. De regreso, quiso retomar el control del MAS, pero se topó con un movimiento dividido, con grupos y regiones que lo apoyaban, y otros que no. Es lapidario un video de una asamblea del MAS en alguna zona de Bolivia, donde el otrora poderoso e impositivo dirigente cocalero, era sacado a silletazos de la reunión, junto con algunos partidarios que lo seguían. Vuelve ahora a la carga Morales y anuncia su candidatura presidencial para un posible quinto mandato.
¡Malos ejemplos para el socialismo criollo! (O)
