Niños de comerciantes del Mercado 10 de Agosto exponen por primera vez sus fotografías

Nunca antes Jeremy Puente, de ocho años, había usado una cámara analógica, pero hace unas semanas, no solo tuvo la oportunidad de portar una, sino también de fotografiar su hogar: el Mercado 10 de Agosto.

Cuando agarró la cámara y aprendió a manejarla, el niño decidió retratar a su abuelita, doña Luz, una vendedora reconocida en el 10 de Agosto. El haber manipulado el aparato que tomaba fotos cambió la vida de Jeremy porque se adentró a un mundo que, aun desconocido, le pareció mágico y le abrió la oportunidad de mostrar su visión del centro de abastos.

Esta historia es una de las tantas que surgieron con “Fotografía hecha a mano”, un proyecto de la artista visual Belén Rendón, quien, desde julio de 2022 se vinculó con el Mercado 10 de Agosto.

Por su vínculo, a Belén se lo ocurrió organizar una serie de talleres para que los hijos y nietos pequeños de las vendedoras del 10 de Agosto aprendieran a crear sus propias cámaras y manejar las analógicas.

Una vez con ese conocimiento, la artista visual creyó que la fotografía era un recurso válido para, por un lado, rescatar la memoria del mercado, y, por el otro, para conocer la visión que tienen los niños que se han criado y han crecido en el centro de abastos.

“Hicimos talleres de fotografía análoga. Los niños hicieron sus cámaras con cartón, con papel fotográfico, para revivir toda esa cultura y patrimonio que está dentro del mercado, y la memoria social, porque esos niños son nietos de las fundadoras del mercado”, contó Belén a diario El Mercurio.

Rostros, espacios y elementos que constituyen el mercado fotografiaron los treinta niños que participaron de un proyecto en el que también se escucharon las voces de las personas adultas que integran el 10 de Agosto.

Exposiciones

Con las fotografías, que suman más de una veintena, se montaron dos muestras: una en la Casa de la Lira y otra en el propio mercado. En el caso de este último espacio se colocaron las fotos en los puestos y en las paredes.

También se imprimieron las fotografías en los servilleteros para que la gente, al consumir algún alimento, vea los trabajos de los niños.

Todas las fotos que están en el mercado se quedarán allí, mientras que las que se encuentran en la Casa de la Lira estarán expuestas hasta este 4 de noviembre. Ese día, a las 11:00, en el centro de abastos habrá una visita guiada por las fotografías.

Una oportunidad para explorar

Que sus hijos hayan participado en el proyecto, para las madres de los participantes fue una experiencia que los niños no olvidarán. No solo por el hecho de que aprendieron a manejar una cámara, sino porque nunca creyeron que ver los nombres de los niños en una exposición.

“Mi hijo me dijo que antes de conocer a Belén no era nadie en el mercado, pero que ahora le toman en cuenta, que está muy orgulloso de lo que le está pasando, de haber aprendido a tomar fotos y de participar en la exposición”, dijo Verónica Cuji, madre de Jeremy Puente.

Para Carla Tigre, en cambio, que su hija Nayeli Nicudemos, de diez años, haya sido parte del proyecto, significó una oportunidad para hacer algo distinto y ajeno a lo que harían en un mercado.

Carla Tigre junto a la foto de su hija Nayeli.

Sin embargo, con el proyecto, su hija fotografió los elementos que le llamaban la atención del lugar en donde pasan gran parte de su tiempo.

“Para mí, como madre, es algo muy bueno. Hizo algo distinto. Ya no solo está en la computadora o en el celular. Están aprendiendo algo distinto. Ojalá esto pueda continuar”, dijo Carla. (I)      

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