Mitos y leyendas cobran vida en Medellín en un desfile carnavalesco y ancestral

Mitos y leyendas cobraron vida en las calles del centro de Medellín en un desfile carnavalesco y ancestral que, con la cosmogonía y el folclor colombiano como inspiración, recreó relatos extraordinarios con llamativas puestas en escena y la participación de 400 artistas.

El ahora denominado Desfile de Mitos, Leyendas, Carnavales y Manifestaciones Ancestrales de Colombia en su edición 49, amplió su contenido con tradiciones indígenas y una dosis de carnaval para matizar la fantasía popular que en esta ocasión no contó ‘El Monje sin Cabeza’, ‘La Madremonte’ y ‘La Llorona’, entre otros personajes mágicos.

«Este año nuestros carnavales y nuestras manifestaciones ancestrales fueron las protagonistas», señaló el secretario de Cultura Ciudadana de Medellín, Álvaro Narváez, y explicó que comunidades étnicas indígenas «no consideran que tengan mitos o leyendas, sino que son una manifestación de su cosmogonía, de sus ancestros, de sus rituales».

Las nueve comparsas que realizaron un recorrido de dos kilómetros, avivado por el colorido del alumbrado navideño y cientos de espectadores, exaltaron la identidad popular para preservar la tradición oral y las prácticas ancestrales.

Entre los capítulos más atractivos del desfile estuvo representación de los dioses más significativos del pueblo embera: Karagabí, Tutruika y Pakoré Wera, que habló de la creación del universo con un montaje que contó con la participación de un grupo de danza indígena y las agrupaciones artísticas Tambores Lejanos y Claro de Luna.

«Son mitos de creación, de los cuales venimos y que hacen parte de nuestra identidad cultural y tradición. Conocerlos y verlos representados en escena es de gran valor para la ciudad de Medellín, además es muy valioso acercar estos mitos que están en poblaciones más lejanas para verlos, comprenderlos y dejarnos atravesar por esta sensibilidad», dijo a EFE la directora de teatro Mónica Rojas, quien lideró la comparsa.

La explosión de color, baile, actuación y música la iniciaron bandas músico-marciales y un pequeño grupo de silleteros, quienes con sus flores evocaron parte de ese mundo mágico entre zancos, pelucas y llamativas máscaras.

‘Brujas, hechizos y conjuros’ fue otra comparsa que exhibió la diversidad del territorio colombiano con un tributo a la población afro, mientras que más adelante hubo espacio recordar tradición muisca con un viaje a Guatavita, la laguna donde nace la leyenda de El Dorado.

En esta edición, ‘Los Diablos’ fue otra de las propuestas artísticas, que se alimentó de las historias del Carnaval de Riosucio (Caldas), usando también una estética basada en el Carnaval de Venecia, mientras que el departamento de Nariño presentó el mito de origen de la laguna de La Bolsa, ubicada en la falda del volcán Cumbal.

Este desfile cargado de color, folclor, tradición y creatividad, hace parte de la programación navideña de Medellín, que comenzó el 30 de noviembre con el encendido de los imponentes alumbrados de la ciudad, que este año están inspirados en el centenario de Disney. (EFE) (I)

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