Navegando por la página web de la National Geographic, encontré un artículo publicado por Harvard Health Publising denominado la “Ecoansiedad” o el que se denomina también “Ansiedad climática”, que es el sufrimiento relacionado por la preocupación por los efectos del cambio climático. Dice que no se trata de una enfermedad mental, sino que más bien es ansiedad ante la incertidumbre sobre el futuro que advierte el peligro de un clima cambiante. Esta enfermedad sufre las personas sobre todo los más jóvenes que son los más afectados por el problema.
En una amplia entrevista realizada a más de 10 mil jóvenes, todos están de acuerdo en que “la humanidad está condenada” y dijeron que las preocupaciones por el estado del planeta no les permite ni siquiera dormir, altera su capacidad de estudiar, jugar y divertirse; por lo que también le han llamado como “las causas del duelo ecológico”, por lo que la ansiedad climática está causada por el exceso de preocupación, por el miedo ante lo que nos espera en el futuro afectado por el cambio climático.
La ecoansiedad se ha podido comprobar en las distintas ciudades del mundo por las visitas a los psicólogos y psiquiatras que están tratando esta enfermedad. La ansiedad afecta al estado de ánimo con la pérdida de la capacidad para concentrarse, con la falta de apetito, de sueño. Por su parte una publicación del Smithsonian indica que la ansiedad climática también puede afectar al desarrollo cognitivo de niños y adolescentes, pues se trata de un temor crónico ante la posibilidad de sufrir la presencia de un cataclismo ambiental y se puede diagnosticar por los sentimientos de preocupación frente a la crisis climática. Esta nueva enfermedad parece como increíble, pero afecta a las personas en todo el planeta. (O)