César Polibio Sinchi cierra sus ojos por unos breves segundos, respira, y los vuelve abrir para que surja su creatividad. Toma con sus manos unos cinceles, combos y otras herramientas de antaño y modernas para moldear unos fragmentos de rocas de mármol.
Se escuchan golpes como resultado del contacto de estas herramientas con la materia prima.
Las horas, los días y las semanas transcurren así hasta que llega el momento en que César termina una escultura de las cientos que ha elaborado por más de seis décadas.
Sus obras adornan las iglesias, cementerios y otros espacios de la ciudad, la provincia del Azuay y el país.
Este artesano -que hoy cumplirá 76 años de edad- fue el autor de la figura de Santa Ana, madre de la Virgen María, que se ubica desde el año 2019 en la calle del mismo nombre que está junto a la Catedral de La Inmaculada.
Precisamente, recuerda que esta obra la realizó en un tiempo récord de 14 días de los 16 que era el plazo estipulado algo que parecía imposible considerando su dimensión.
Aunque no fue reconocido en ese momento por cuestiones que no vale la pena recordar, pero que le inspiran cada día para continuar con sus obras de arte.
En sus inicios acompañó a su padre
César se interesó a los 9 años de edad por el mármol porque, acompañaba a trabajar a su padre Roberto Sinchi, quien se desempeñaba como un ayudante del maestro César Quizhpe, un importante escultor de aquellos tiempos en la ciudad.
Su progenitor se dio cuenta de los dotes y el gusto de César por el arte por lo que lo llevó -cuando tenía 15 años de edad- a una escuela de formación artesanal de un familiar. En este lugar -que se ubicada en el desaparecido Teatro Candilejas- conoció del tallado en madera.
Los años transcurrieron e ingresó al taller del maestro Ángel Anguisaca, otro importante escultor, donde realizó su primera figura en mármol para lo que requirió de alrededor de dos meses.
Se trató de la imagen de un Ángel del Dolor que ocupa desde hace 56 años uno de los pasajes del cementerio patrimonial de Cuenca.
Luego regresó al taller de Quizhpe para profundizar sus conocimientos al aprender varios secretos del arte.
La necesidad de ganar un nombre entre los escultores de la época y mejorar sus ingresos económicos hizo que -a los 23 años de edad- decida abrir su propio taller que lo implementó en su vivienda que se sitúa en la parroquia Sinincay.
En los primeros años se dedicó a elaborar figuras artesanales, no le iba mal, porque las vendía a una organización de carácter internacional. Sin embargo, optó por inmiscuirse más en la elaboración de figuras religiosas y lápidas.
Tiene un gran talento, sus obras las expone en su hogar. En la sala improvisó una especie de galería con esculturas de su autoría como de la Virgen María, crucifijos, escudos, rostros de expresidentes y personajes históricos incluso de la Chola Cuencana (símbolo de la ruralidad).
Reconocimientos
Asimismo, en las paredes están los reconocimientos que le han otorgado por su trayectoria. Se observan diplomas y placas de la Bienal de Artes, del Festival de Artesanías del CIDAP, del Municipio de Cuenca y más instituciones.
César sueña con realizar sus esculturas hasta el último día de su vida en compañía de su amada esposa, quien lo admira por su habilidad, destreza y don de gente.
Todas sus obras son especiales para él porque marcan momentos de su vida. Aspira que lo recuerden como un escultor que nunca dejó de crear, trabajar, y dejar en alto su nombre para orgullo de su familia. -(I)
DETALLES
- 76 años de edad cumplirá hoy César Polibio Sinchi, quien es oriundo de la parroquia Sinincay.
- Con su trabajo ha logrado sacar adelante a su familia. Tiene tres hijos que son profesionales en diferentes ramas.
- César aprendió del oficio de manos de reconocidos escultores como: César Quizhpe, Ángel Anguisaca, entre otros.
- Su taller se ubica en la cabecera parroquial de Sinincay, junto al coliseo de deportes.
