“Samari”, un lugar mágico escondido entre montañas

La familia Tigre, quienes hace 30 años fueron parte de los damnificados por el desastre de La Josefina, impulsa un emprendimiento turístico en el sector Chitapamba, de la parroquia Nulti.

Se trata de un lugar escondido entre majestuosas montañas por donde atraviesa el río Jadán que limita a los cantones Cuenca y Gualaceo.

El sitio resulta ideal para quienes aman la pesca deportiva, la caminata o simplemente quieren alejarse del caos de la ciudad para relajarse.

Se accede por la vía Guangarcucho-Jadán hacia carreteros de tercer orden que previamente cruzan por las comunidades Chocarsi y Zhizhio para llegar al lugar.

Inicios del proyecto turístico «Samari»

El lugar se ubica entre montañas con un clima bastante agradable. XCA

El emprendimiento lleva como nombre el vocablo quichua “Samari” que significa “Bienvenidos”.

La familia optó por este nombre porque recuerdan que hace muchos años existía una choza donde residía un adulto mayor (no recuerdan el nombre).

El anciano recibía a las personas que llegaban al río con esa palabra como señal de agradecimiento por visitarlo para compartir unos momentos con él para escuchar de sus historias.

Precisamente, Rubén Tigre, quien fue el mentalizador del proyecto, recuerda que en su niñez llegaba con sus siete hermanos al lugar para jugar y divertirse. Lo hacían porque sus padres vivían en un inmueble que se ubica a pocos metros de la zona.   

El desastre de La Josefina destruyó el paisaje de la zona que se recuperó con el transcurso de los años e incluso se encontró una que otra trucha en el río de lo que antes no existían.

Eso motivó a Rubén para pensar en algún momento en emprender un proyecto turístico que se hizo realidad desde hace dos años y medio aproximadamente con el apoyo de dos de sus hermanos Luis Amedeo y Luis Gonzalo.

Trabajo en equipo

Entre los tres se dividieron obligaciones. Uno financió la construcción de las piscinas para las truchas, otro de adecuar el predio con la construcción de terraplenes, y Rubén de la mano de obra, principalmente de la colocación de más de 800 metros de tubería para llevar el agua del río por un sistema de gravedad hacia las piscinas.

También se construyeron chozas, colocaron inmuebles de estilo rústico, además de juegos extremos con columbios y más.

La trucha frita, secos de pollo, entre otros alimentos se venden en el sitio. XCA

Los trabajos duraron alrededor de nueve meses. La inversión se estima entre los 20 mil a 25 mil dólares.

Rubén quedó en estos momentos al frente de la iniciativa junto a su esposa Katherine Arichávala. Su conyugue es la responsable de preparar la trucha frita, los secos de pollo, cuyes asados y más delicias que se venden a los visitantes. 

Además, el lugar se caracteriza por senderos a lo largo del río que desembocan en especies de piscinas naturales, hay una cueva y hasta una colmena de abejas en medio de las rocas de la montaña. De aquí se extrae la miel que es otro de los productos que brindan a los visitantes.

La pareja se esmera por atender a los turistas porque así aspiran que incrementen las visitas para fortalecer el emprendimiento.

Tienen muchos proyectos en mente como promover la cabalgata, construir áreas para que los turistas puedan pernotar, impulsar el turismo en moto y bicicleta, entre otras actividades.

Están emocionados por seguir convirtiendo este espacio en uno de los principales atractivos de la ruralidad azuaya. -(I)

DETALLES

  • 15 minutos aproximadamente se ubica “Samari” tomando como referencia la vía Guangarcucho-Jadán.
  • El emprendimiento se ubica en los límites entre Chitapamba de Nulti (Cuenca) e Ingamullo de Jadán (Gualaceo).
  • Los accesos son de lastre desde donde se observan unas panorámicas de algunos sectores de Cuenca y Azogues.
  • Los propietarios están trabajando con la Junta Parroquial de Nulti, así como el Frente Turístico del Azuay para promocionar el sitio. 

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