El 85 % de las construcciones tienen un deterioro ¿Cómo saber de qué tipo es?

La humedad es un enemigo silencioso que acecha a las edificaciones, amenazando tanto su estructura como la salud de quienes las habitan. Independientemente de las zonas, datos de estudios realizados en México por parte de Construcentro, estiman que aproximadamente el 85 % de las edificaciones existentes han experimentado daños relacionados con el agua. Es un problema extendido, pero con soluciones concretas y preventivas.

Es por ello que, Sebastián Prado, gerente técnico de Imptek, menciona que es importante detectar oportunamente la presencia de humedad en las edificaciones y sobre todo clasificar de qué tipo es para darle un correcto mantenimiento. Entre ellos existe:

  • Humedad por Capilaridad: se presenta en las bases de muros en contacto con el terreno, causada principalmente por una incorrecta impermeabilización. La solución radica en un adecuado sistema de aislamiento que impidan el ascenso del agua por los poros de los materiales de cimentación y muros.
  • Humedad por Condensación:  se produce cuando el vapor está en contacto con una superficie suficientemente fría como para que se alcance el punto de rocío, y pase a forma líquida, humedeciendo la superficie. De este tipo existe 2 clases:

Condensaciones Superficiales: Suelen ocurrir en superficies frías de muros y techos debido a la falta de ventilación en el espacio interior. Una solución es tener una mejor ventilación para reducir el exceso de humedad.

Humedades Intersticiales: Se generan en capas a lo largo del cerramiento, afectando el aislante térmico. Para solucionar es importarte recoger y evacuar el agua condensada o instalar una barrera contra el vapor en el interior.

  • Humedad por Filtración: Se produce cuando el agua atraviesa la infraestructura debido a fisuras o grietas, común en cubiertas y muros enterrados. Es esencial realizar un sellado adecuado y tareas preventivas de mantenimiento en puntos críticos.
  • Humedad por Roturas o Fugas: Relacionada con la rotura de tuberías o conductos, puede ocasionar daños en la estructura. Es fundamental identificar el origen de la lesión mediante evaluaciones exhaustivas y, en caso necesario, pruebas y ensayos.

El experto, Sebastián Prado, destaca la importancia de determinar el origen de las lesiones por humedades, indicando que un estudio previo exhaustivo puede ser garantía de éxito en su solución. “Controlar la humedad no solo protege la integridad de los edificios, sino también la salud de sus habitantes al prevenir la proliferación de moho y hongos, así como posibles problemas respiratorios” comentó.

Es así que, controlar la humedad es fundamental para el adecuado funcionamiento y durabilidad de cualquier edificio. Cada paso es crucial para prevenir daños estructurales y salvaguardar la salud de quienes ocupan estos espacios. La prevención es la mejor estrategia para enfrentar el desafío de la humedad en las edificaciones, garantizando su habitabilidad y seguridad a largo plazo.

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