“Por un mundo en el que seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” Rosa Luxemburgo

Hoy conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, una ocasión que merece ser celebrada con profunda reflexión y responsabilidad. Es una oportunidad para renovar nuestro compromiso en la búsqueda constante de la consolidación del respeto por los derechos de las mujeres.

La Constitución de la República reconoce y garantiza el derecho a la igualdad “Todas las personas son iguales y gozan de los mismos derechos, deberes y oportunidades. Nadie podrá ser discriminado por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género…”; sin embargo, en una sociedad machista y llena de prejuicios como es la nuestra, el varón sigue siendo considerado el líder en todos los espacios, mientras que la colectividad tiende a invisibilizar el papel que cumple la mujer en los mismos términos que el hombre. Por ello el compromiso diario de concienciar a todos sobre la importancia del papel que desarrolla la mujer en la sociedad, el empoderamiento que cumple en todos los entornos en los que se desempeña con inteligencia y sabiduría, sean deportivos, culturales, políticos, laborales y profesionales son de vital importancia para que pueda desempeñarse plenamente y pueda reivindicar sus derechos y alcanzar su máximo potencial.

La mujer, a pesar de ser reconocida por su compromiso y dedicación continúa siendo relegada a un segundo plano en la sociedad. Es fundamental destacar y defender sus derechos para que pueda participar en todos los ámbitos de la vida junto con el hombre en forma horizontal. De esta manera, podremos avanzar hacia un desarrollo armónico, promoviendo la equidad de género y rechazando radicalmente todos los actos prepotentes y arbitrarios que vayan en contra de su esencia como individuo de la especie humana. Esto nos llevará a construir un mundo más inclusivo e igualitario.

Si no mantenemos un compromiso respetuoso frente a sus derechos, no hemos caminado hacia adelante como seres humanos, por ello, para consolidar la igualdad debemos crear las condiciones necesarias que permitan desarrollar una cultura de conciencia social en los espacios laborales, denunciando actos de acoso y sexismo o de violentación a sus derechos. Seamos más empáticos, eduquemos a los niños, niñas y adolescentes sobre la importancia del respeto a la mujer, fomentemos una cultura de paz, una educación en la diversidad, una participación equitativa y justa en todas las áreas, promovamos una filosofía de vida inclusiva, que mejore su calidad de vida con el fin de construir un mundo mejor que garantice a la mujer más oportunidades y un perfeccionamiento integral en una sociedad libre, justa y solidaria. Un gran día para todas las guerreras de la luz.

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