La obesidad, un mal que afecta al 5,8 % de niños en Cuenca

Muchos creen que la obesidad está únicamente relacionada con el peso. Y, sin embargo, la obesidad es más que un número en una balanza. En Ecuador y en el mundo, cada cuatro de marzo se recuerda el Día Mundial de la Obesidad, y no precisamente para celebrarlo.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), la obesidad en Ecuador empieza desde los primeros años de vida con prevalencias de alrededor del 5% en niños de 5 a 11 años. Mientras que, 1 de cada 4 adultos tiene obesidad.

Los datos son preocupantes, principalmente porque la obesidad no solo está presente entre los adultos, sino también en los niños y adolescentes que cada vez presentan más enfermedades que se desencadenan por el exceso de tejido graso en el cuerpo.

Y la ciudad de Cuenca no es ajena a la realidad que vive Ecuador y el mundo entero. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Desnutrición Infantil, el 5,8% de los niños de la capital azuaya tienen sobrepeso u obesidad.

Los productos ultra procesados y altos en azúcar están provocando una serie de problemáticas en la salud de los niños, adolescentes y adultos de la ciudad y el país.

“El problema ahora es que las complicaciones no las vemos solo en los adultos. Los adolescentes, los niños que padecen obesidad, hacen pubertad precoz, hacen enfermedades metabólicas. Tenemos adolescentes con diabetes tipo 2, cosas que antes nosotros no veíamos”, dijo Johana Piedra, nutrióloga del Hospital Vicente Corral Moscoso.

Para la doctora, las familias, los propios pacientes, deben estar alerta a lo que están consumiendo, a su estado de salud, porque la obesidad puede provocar alrededor de 300 enfermedades.

Qué hacer frente a la obesidad

En primera instancia, según la nutrióloga Johana Piedra, hay que saber a profundidad los hábitos alimenticios. Si se abusa del azúcar, si se consume alimentos refinados, procesados, desde ya la persona debe entender que no estará bien.

Considerados los hábitos, un segundo punto que debe entender la población es que tiene el derecho de conocer su estado de salud. Y para eso hay que acudir al médico. No solo si es que se siente mal. Aun si sucediera todo lo contrario, las personas tienen que hacerse chequeos.

Una vez que llega al médico, este le solicitará una serie de exámenes que estarán ligados a conocer si tiene exceso de tejido graso, y a evaluar posibles consecuencias de la obesidad, que pueden estar relacionadas con distintos cuadros: desde la presión arterial alta, hasta una deficiencia en las funciones renales.    

En la actualidad hay tratamientos que han ayudado a enfrentar a la obesidad. Por ejemplo: la cirugía bariátrica o los procesos farmacológicos. No obstante, esos tratamientos deben enfrentarse a aquellas campañas dudosas en las que se ofertan “tabletas mágicas” o procedimientos que pueden poner en riesgo hasta la vida de los pacientes.

Prevención

Los hábitos alimenticios son el punto de partida para prevenir la obesidad, tanto en los niños como en los adultos.

Desde la función pública, entre las acciones que se han promovido es la creación de las Guías Alimentarias Basadas en Alimentos (GABA), el reglamento para el control del funcionamiento de bares escolares, la implementación de un impuesto a bebidas azucaradas.

A eso se suma el etiquetado de alimentos procesados en el que consta la cantidad y las características de los productos que están consumiendo.

No obstante, la última decisión está entre los consumidores. Si los hábitos alimenticios son malos, si la actividad física es nula, y si los padres no limitan los alimentos que están afectando a los niños, el porcentaje de personas con obesidad seguirá aumentando en Ecuador. -(I)

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