Política de alto riesgo

El lamentable sicariato de Brigitte García, alcaldesa del San Vicente, Manabí, ha consternado a todo un país, más allá de haber sido la alcaldesa electa más joven del país, se trata de un personaje público, que se esperaba tenga protección y que sea de difícil acceso para un sicario.  Pero no, el sicariato ha tomado tanta fuerza que es un asunto duro de erradicar.

El sicariato no respeta ni sexo, ni edad, ni posición social o económica, no importa si es un ciudadano de a pie, o una  autoridad de elección popular. Si pensaban que ser autoridad en algo limita al sicario, no es así.  No hay persona que se salve de un sicariato,  terrible delito que es una forma de terrorismo.

Confiamos en que las autoridades persigan el sicariato ligado a la política, hasta que volvamos a la paz,  que por muchos años fue una importante característica de nuestro país. Hoy el sicariato es un problema, que se debe controlar y erradicar. Se deben adoptar medidas más apropiadas tanto para la prevención como para la  sanción, por parte de la policía, de la fiscalía y del sistema judicial en general.

El fenómeno del sicariato en el Ecuador ha cobrado vidas de políticos reconocidos, a la fecha se conocen a los autores materiales, pero lejos estamos de conocer a los autores intelectuales, y esta impunidad es la consecuencia del incremento de un delito en contra de los políticos. Hacer política es un asunto de alto riesgo. (O)

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