Pablo Muentes, quien fue asambleísta por el Partido Social Cristiano (PSC) hasta el anterior período legislativo, era quien movía los hilos de la justicia en la provincia del Guayas.
Elegía jueces y fiscales, ponía autoridades, decidía sentencias y obtenía millonarios contratos.
Así lo dejó en evidencia el testimonio anticipado que ayer brindó Mayra Salazar, funcionaria de la Corte Provincial del Guayas y operadora de Leandro Norero.
Este jueves 28 de marzo de 2024, en la Corte Nacional de Justicia rindieron su testimonio anticipado tres procesados por el caso ‘Metástasis’.
Además de Salazar, lo hizo Marcelo Lasso, hombre de confianza y compañero de celda del delincuente, y Helive Ángulo, administrador de sus bienes.
Según señaló Salazar, el ex legislador instaló en su casa, ubicada en Isla Mocolí, sector exclusivo de Guayaquil, un centro de operaciones en el que se definía la suerte de las sentencias que se emitían en la Corte provincial.
Esta institución la manejaba desde los presidentes hasta los jueces y funcionarios judiciales. Si alguien no le colaboraba, sus magistrados aliados se encargaban de anularlo.
Pablo Muentes y el manejo de la Corte
Pablo Muentes colocó en la presidencia de la Corte Provincial del Guayas a Fabiola Gallardo.
La encargada de hacer la promoción en redes sociales fue Mayra Salazar. Posteriormente, apoyó a Hugo González, quien también ganó, aunque el 8 de marzo pasado, al hacerse público el caso ‘Metástasis’, renunció.
Con Gallardo en el poder, Muentes se benefició de una sentencia que le permitió validar recibos de pago falsos de un préstamo que le otorgó el Banco del Pacífico por 300.000 dólares.
Además, le ganó a la entidad una demanda por daños que le dejaría 4 millones.
En el camino para obtener el fallo en contra del banco, Muentes, a través de la presidenta de la Corte del Guayas y el juez Johan Marfetan, decidía a qué juez se le premiaba con ascensos.
Además, decidía a quien se le imponía sanciones y se le trasladaba de sala, si es que se negaba a ayudarles.
Muentes se favorecía con contratos
Pero en la Corte provincial Pablo Muentes no solo se beneficiaba de sentencias, también tenía contratos, según le contó a Salazar.
Es así que consiguió la contratación para la limpieza de todas las dependencias judiciales del Guayas, por la que obtenía, al menos, un millón de dólares anuales, pese a que el servicio que ofrecía era deficiente.
Contratos similares, por los que también recibió quejas, los obtuvo Muentes en el Municipio de Guayaquil.
Además, Muentes manejaba el Consejo de la Judicatura, sus operadores en esta institución eran el expresidente Wilman Terán, y los vocales Maribel Barreno y Xavier Muñoz.
Ellos le hacían favores al ex legislador a cambio del apoyo del PSC en la Asamblea.
Muentes y el tráfico de tierras
Quien puso la voz de alerta sobre la relación de Muentes con el tráfico de tierras en Guayas fue el ex asambleísta Fernando Villavicencio, con quien se enfrentó incluso públicamente.
Mayra Salazar no descartó que la información que Villavicencio hizo pública haya sido la causa por la que el candidato presidencial fue asesinado ya que Muentes tenía la costumbre de callar a sus opositores.
Varias de las personas que lo denunciaron cuando les quitó sus terrenos ahora están en la cárcel, no le importó que eran de escasos recursos económicos. (I)
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