Los resultados de la consulta popular, realizada el 21 de abril, dejaron un mensaje claro de la mayoría del pueblo en torno a los temas de seguridad y de la política económica
En relación al tema de seguridad no sorprendió que la mayoría de preguntas referidas a este haya recibido el SI, pues las respuestas aparecían como obvias; pues aparentemente nadie, por ejemplo, podía decir NO al apoyo de los militares a la policía, a que estos hagan el control de armas, y a que se declare como delito penal la tenencia o porte de armas de uso exclusivo de la fuerza pública; de forma que el NO a estas y a las otras preguntas sobre seguridad podría interpretarse básicamente como un rechazo al Gobierno y a la consulta, antes que como un rechazo al contenido mismo de esas preguntas; quizás con la excepción de personas que consideran que la militarización de la estrategia de seguridad no es precisamente lo mejor para la sociedad.
En todo caso, el triunfo del SI en materia de seguridad deja el mensaje de que la gente confía en dicha estrategia planteada por el Gobierno y que, por lo tanto, tiene la expectativa de que este le garantice una reducción drástica y sostenida de la delincuencia, los asesinatos y las otras formas de violencia criminal. Con el SI en la consulta, y además con el aumento del IVA al 15 % que el Gobierno anunció sería también para la seguridad, para la gente ya no habría más excusas para que se cumpla la oferta de seguridad del Presidente Noboa.
En cuanto al triunfo el NO en las preguntas referidas al arbitraje internacional y al trabajo por horas, este triunfo resulta significativo puesto que no se trataban de preguntas que conllevaban una respuesta obvia por el SI (como en el primer caso), sino que ameritaban una mayor dosis de análisis y reflexión; una dosis que la mayoría del pueblo mostraría tener y que permitiría dejar un mensaje contundente, a saber: el pueblo respalda las propuestas de seguridad del Presidente, pero rechaza las propuestas económicas que se enmarcan en una potencial defensa de los intereses del gran capital trasnacional y en un deterioro de las condiciones laborales para la clase trabajadora; propuestas propias de un política económica de corte neoliberal y fondomonetarista. (O)
