Ernesto Di Laudo es gerente de Desarrollo de Negocios de Aeropuertos del Perú S.A. También fue gerente comercial de Aeropuertos Argentina y gerente comercial de Aeropuertos de Carrasco, en Uruguay. Hace algunas recomendaciones para bajar el precio de los pasajes de avión.
Fue uno de los especialistas que estuvo en el evento ACI Airport Day cumplido en Cuenca y que reunió a representantes de la industria aeroportuaria para analizar el desarrollo de los aeropuertos regionales de América Latina y el Caribe.
Este experto en gestión y liderazgo organizacional, desarrolla proyectos en áreas como negociación y estructura de costos, planificación, compra y control de la producción.
También es asesor en planes de lineamientos comerciales, forecast de compras, desarrollo y aplicación de sistemas de automatización para reabastecimiento de mercadería.
– ¿Cómo mira la situación del transporte aéreo en Ecuador y América Latina?
Estamos en un punto de inflexión respecto a cambios en la conectividad, primero porque la pandemia (de la COVID 19) nos enseñó que hay mucha versión y propensión a viajar por parte de las comunidades. En los últimos años hay una tendencia a tener un público que se sube por primera vez en avión, hemos visto los nuevos modelos del low cost e ultra low cost, que tienen las aerolíneas y que permiten que sea más accesible a toda la población poder viajar. Claramente eso conlleva a un desafío tanto para las aerolíneas como para los operadores aeroportuarios, para poder administrar ese crecimiento de la demanda y poder dar servicios acorde a atender todas las necesidades de los distintos perfiles de pasajeros que hoy tenemos.
– Uno de los mayores limitantes para viajar en avión es el alto precio de los pasajes. En ocasiones ir desde Cuenca a Quito cuesta más que ir en un vuelo fuera del país. ¿Cómo bajar los precios de los pasajes?
Evidentemente es un proceso que lleva muchos años, entiendo que hoy la conectividad que existe con Guayaquil son cinco frecuencias semanales, osea menos de un vuelo diario, y básicamente para el desarrollo de la conectividad y para que haya mayor oferta de vuelos con mejores precios esa frecuencia evidentemente tienen que ser un mercado mucho más grande, que lleva muchos años de desarrollo desde que se inicia la conectividad hasta que se maduran las rutas…
– Además de los precios bajos ¿qué exigen los pasajeros de las aerolíneas y aeropuertos?
Sabemos que viajar conlleva un proceso de estrés para el usuario, primero porque hay que pasar un control de seguridad y hay que hacer un proceso migratorio… Hay gente que es más asidua a viajar y sabe como funciona eso y hay gente que no, por lo tanto los aeropuertos tienen que ofrecer experiencias que permitan que eso no lleve a situaciones de estrés y también porque antes de volar siempre la experiencia tiene que ser placentera, tiene que ser algo que quede en la memoria como una experiencia positiva.
– Cuenca es una ciudad que a pesar de ser pequeña tiene gran afluencia de turistas y mucho que mostrar; sin embargo, no tiene un aeropuerto que permita, por ejemplo, el aterrizaje de grandes aviones. El sector turístico considera que con un nuevo aeropuerto el turismo sería aun mejor.
Contar con aviación de larga distancia, aviones de doble pasillo, es un desafío desde ya para las ciudades principales de cada país y para los aeropuertos secundarios más aun, porque la generación de la demanda es un proceso que lleva muchos años. La realidad es que hoy por suerte la flota de aviones que tiene la región puede permitir hacer conexiones bastante ágiles y eso obviamente conlleva que los aeropuertos tengan infraestructura para ese tipo de aeronaves.
– ¿Qué se puede hacer para que suba la demanda del transporte aéreo?
Primero tiene que haber planes y promociones para las aerolíneas, una aerolínea que decide poner una ruta de aviación regular comercial conlleva muchos riesgos desde el punto de vista de los costos, combustible y personal. Entonces el Estado tiene que intentar apoyar desde la generación de incentivos en lo que tiene que ver con impuestos, costos del combustible y eso permita que las aerolíneas tomen el riesgo de poner la aviación regular y así se genere la demanda.
– ¿Qué opina usted del servicio de taxi aéreo?. En Cuenca ya se oferta este servicio.
Es un buen punto de inicio tener aviación no regular, vuelos de taxi aéreo y charteados, por eso de alguna forma va generando la demanda y va poniendo a prueba esa necesidad que hay de conectar entre destinos que hoy no cuentan con tanta oferta. Es un punto de partida y es lo que muchas veces ayuda a las aerolíneas a ver que existe esa demanda para tomar esa decisión de poner un vuelo regular, pedir slot y ofrecer la rutas.
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