Caminar o correr ¿qué brinda más beneficios a la salud?

La combinación de una actividad física regular y una alimentación balanceada es fundamental para mantener una buena salud general, prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida tanto física como mentalmente. A pesar de que muchas personas conocen de la efectividad de esta fórmula, no todos están conscientes de los beneficios que una actividad diaria como caminar produce o la necesidad de tomar en cuenta aspectos técnicos de mayor nivel cuando de correr se trata.

¿Qué es mejor, caminar o correr? Javier Clemente Suárez, catedrático de Entrenamiento de la Universidad Europea, señala que depende de las circunstancias personales, por ejemplo, correr ofrece beneficios intensivos en términos de acondicionamiento cardiovascular y quema de calorías, pero también impone más estrés en las articulaciones y el sistema musculoesquelético. Caminar es más suave, adecuado para todos los niveles de condición física y edades, y aún ofrece beneficios cardiovasculares y de movilidad.

Al hablar de aspectos favorables y menos favorables de correr o caminar, Suárez indica que correr mejora significativamente la salud cardiovascular, la capacidad pulmonar y la densidad ósea. Es eficaz para la pérdida de peso y el manejo del estrés. Mientras que caminar implica menor riesgo de lesiones, es accesible para todas las edades y niveles de condición física, mejora la circulación, la salud mental y puede realizarse en cualquier lugar.

También es importante tomar en cuenta que correr conlleva un riesgo más alto de lesiones por impacto, como tendinitis, fracturas por estrés o problemas en las rodillas y la espalda. Además, no es recomendado para personas con ciertas condiciones médicas como problemas cardíacos graves. Por su parte, caminar es menos eficiente para la pérdida de peso rápida y no proporciona el mismo nivel de entrenamiento cardiovascular intenso que la carrera.

El catedrático en Entrenamiento advierte que es preferible no correr en caso de tener una lesión que puede agravarse con el impacto, como problemas en las rodillas o la espalda, durante una enfermedad aguda, especialmente si afecta el sistema respiratorio o el equilibrio, si se tiene una condición médica que contraindique el ejercicio de alto impacto o en condiciones climáticas extremas sin la preparación adecuada.

De igual manera, se debe tomar en cuenta que, si los objetivos de fitness requieren un mayor gasto calórico y un entrenamiento cardiovascular más intenso, si se está entrenando para un evento específico que requiere correr, una maratón por ejemplo, o lo que se busca mejorar es la resistencia o la fuerza en las piernas, correr no será suficiente. Todo dependerá de lo que cada persona se fije como meta deportiva.

De acuerdo con Javier Clemente Suárez, nuestros ancestros cazadores-recolectores combinaban caminar (para desplazamientos largos y seguimiento de presas) con momentos de carrera (para cazar o huir de depredadores). Esto sugiere que una combinación de ambas actividades es óptima para nuestra fisiología.

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