Este lunes circuló el borrador de un decreto que anunciaba que el Ministerio de la Mujer pasaba a ser el Ministerio de la Política Criminal y Derechos Humanos, luego el viceministro de gobierno anunció esta decisión presidencial, ante las alertas sociales, en la noche circuló un boletín diciendo que fue un error, un malentendido, que se incluirá el tema de política criminal dentro del Ministerio de la Mujer.
Más allá del doble discurso sobre el tema, el actual gobierno parece no tener idea de lo que hace, y si la tiene es con total mala intención, por un lado retroceder en materia de derechos y acuerdos internacionales que buscan mejores condiciones de vida para las mujeres en un país donde hay un femicidio al día, y una violación cada hora: por otro asignar recursos de seguridad y criminalidad a un ministerio frágil para poder hacer con estos lo que se le plazca, y esto es un ejercicio libertario a simple vista, y eso no es un simple mal entendido.
En medio de las decisiones de este gobierno, es evidente dos cosas, su miopía frente a temas urgentes que también tienen que ver con seguridad como es el femicidio, y la poca credibilidad que está sembrando. (O)
