Volar en parapente, una actividad que promueve Amistad Club
Como una actividad de libertad, adrenalina y serenidad es calificado el vuelo de parapente, siendo uno de los promotores de esta actividad, la Escuela de Amistad Club. Desde hace 20 años, este ente surca los cielos con su personal calificado.
Con mayor frecuencia, Paute es el sitio elegido para hacer realidad el anhelo de varias personas, de vivir una experiencia convertida en una verdadera hazaña.
De acuerdo con los máximos representantes de Amistad Club, este deporte extremo ya se lo practica por dos décadas. Ofrecen vuelos como verdaderos paseos o también ponen a disponibilidad los cursos de iniciación, que duran dos meses y tienen un valor de 400 dólares. Con este tiempo, aseguran que se puede ser un piloto autónomo.
Pilotos certificados
En el grupo de los instructores destacan parapentistas de amplia trayectoria como: Sebastián Carpio (instructor), Xavier Arias (monitor), Pablo Rodas, Patricio Toledo, Jonny Zhuñi, Mary González, David Sarmiento, Mickey Rodas, Miguel Dután, Maribel Echeverry y Lenin Córdova.
El experimentado piloto, conocido como el ‘Yuca’ Carpio, califica esta experiencia como una mezcla de sensaciones. Su vuelo en el parapente lo enfatiza con concentración y la habilidad mental. Prioriza la seguridad, pero siempre recomienda a sus alumnos o pasajeros, disfrutar del vuelo.
“Seguimos cumpliendo sueños. El Club tiene el aval de la Federación Ecuatoriana de Deportes Aéreos. Estamos cerca de 30 años en esta actividad y seguimos con el mismo entusiasmo. El miedo, al comienzo, es constante, pero luego la adrenalina se apodera del cuerpo y todo es alegría. Sientes que dominas el mundo desde el aire (sonríe)”, relata Carpio.
Los arriesgados, pero cuidadosos pilotos, recomiendan que por lo menos una vez en la vida se debe experimentar esta actividad. Por ellos fieles a su estilo y en busca de mayor seguridad, Amistad Club, hizo la entrega de un moderno equipo completo para los vuelos.
En los aires del suelo pauteño, esta escuela estrenó un biplaza (dos personas). También se entregó una vela, silla para piloto y pasajero, paracaídas de emergencia, arnés de piloto, pasajero y de emergencia. Se añadieron los cascos, entre otras cosas más. Todos estos implementos fueron adquiridos en Austria a un costo de 10.000 euros.
Vuelo desde el Cerro Cabeza de Perro
El despegue se lo realiza desde el Cerro Cabeza de Perro, que está ubicado en el cantón Paute. El viaje a este sitio desde Cuenca tiene una duración de 35 minutos. Habitualmente se recomienda que los vuelos se los realicen desde las 08:00, periodo en el que favorecen las condiciones meteorológicas.
Previo a la salida, se colocan las diferentes seguridades al pasajero y al piloto, esto sí se efectúa un tándem. Los nervios se apoderan, el ritmo cardíaco se acelera, y en medio de las recomendaciones del piloto se comienza a sentir con más fuerza la brisa pauteña.
Para levantar el parapente se realiza una corrida con el visto bueno del instructor. “Cuando menos te lo imaginas, ya estás sintiendo que el aire acaricia tu cara y disfrutas de la vista como si fueras un pájaro. Una vez en el vuelo, todo se convierte en alegría y conversa”, comenta Xavier Arias, con más de 26 años de experiencia en esta actividad.
Luego de estar por más de 20 minutos en el aire, llega el momento del aterrizaje. El piloto da las indicaciones y de a poco, el pasajero se acerca al suelo. Correr y mantener la calma son claves para un descenso correcto.
“Son cosas que no se deben perder. Tener la oportunidad de hacer parapente es único. Estar por los cielos, para unos es un sueño, para nosotros algo tradicional. Amamos esta actividad y siempre estamos dispuestos a que se cumplan estas hazañas”, añadió Arias, monitor de Amistad Club.