Dos ONG reclamaron este martes 25 de junio de 2024 transparencia a las autoridades saudíes sobre las más de 1.300 muertes que se produjeron la semana pasada durante los ritos del ‘hach’, la gran peregrinación anual a La Meca, y que atribuyeron mayormente a causas relacionadas con las altas temperaturas.
En un comunicado conjunto, las entidades ALQST y la Organización Saudí Europea para los Derechos Humanos pidieron a las autoridades de Arabia Saudí que sean «abiertas y transparentes» a la hora de compartir toda la información disponible sobre el «impactante número de muertos durante la peregrinación del ‘hach'».
Ambas organizaciones consideraron «un grave motivo de alarma» la que consideraron una «respuesta lenta, limitada y defensiva de las autoridades saudíes» respecto a este suceso, «anteponiendo su imagen pública a la responsabilidad de garantizar la salud y la seguridad» de los millones de fieles.
Por ello, pidieron al reino árabe que otorgue «acceso al país a investigadores internacionales independientes para establecer exactamente qué sucedió, con el fin de evitar que tragedias similares ocurran en el futuro».
El pasado domingo, Arabia Saudí reconoció la muerte de más de 1.300 peregrinos durante el ‘hach’, afectados sobre todo por la ola de calor que elevó las temperaturas a casi 52 grados centígrados.
«Las imágenes compartidas en las redes sociales mostraban imágenes angustiosas de peregrinos desplomados en la carretera. Se cree que muchos de los que murieron no estaban registrados formalmente y, por lo tanto, no pudieron acceder a refugios o tiendas de campaña para refrescarse», añadió la nota.
Según el Ministerio de Salud saudí, el 83 % de los fallecidos no estaban autorizados para realizar la peregrinación y no formaban parte de las delegaciones oficiales de sus correspondientes países.
Estas dos ONG recordaron que la peregrinación es un evento multitudinario en el que participan cerca de dos millones de personas que supone un reto de seguridad y salud pública, y donde ya se han registrado tragedias en años anteriores como la muerte de más de 2.000 peregrinos en 2015 en una estampida.
Además, indicaron que los riesgos para la salud se incrementarán en los próximos años por el aumento de las temperaturas derivado del cambio climático, lo que conllevará un desafío mayor para gestionar este evento multitudinario.
«La respuesta instintiva de las autoridades saudíes al trágico número de muertos de este año ha sido una vez más negar el problema durante el mayor tiempo posible y ocultar información esencial que podría evitar que se repita», añadieron.
Por último, reiteraron su llamamiento a las autoridades saudíes para publicar toda la información relativa a estas muertes y permitir una investigación independiente para «proporcionar respuestas muy necesarias a las familias de las víctimas«. EFE