La tragedia del IESS

El escándalo que se ha hecho público sobre la gestión en el Hospital José Carrasco Arteaga, denunciado por los mismos médicos y personal de atención, cansados de ver la inacción de autoridades, ha empañado la imagen sobre la gestión pública en la región.

La noticia ha despertado el interés de los cinco asambleístas del Azuay quienes al unísono decidieron hacer un seguimiento de estos hechos y han logrado, no solo elevar el perfil mediático del tema, sino también las alertas políticas.  Por ahora, los primeros resultados han permitido una gestión oportuna en el IESS sobre decisiones administrativas que no tienen legitimidad, y deberá investigarse si, además, adolecen de base legal.

Cuenca y el Azuay solían caracterizarse por la manera en la que llevaban adelante su gestión pública.   Con austeridad, responsabilidad y diligencia, las instituciones en la ciudad tenían una imagen diferenciadora de otras regiones en el país. Lamentablemente las noticias recientes están dejando una estela distinta a esta descripción.

Es importante reflexionar y corregir.  Las nuevas autoridades tienen la obligación de recuperar el curso en la gestión en salud y procurar la solución de las necesidades de los aportantes al IESS.  En otras palabras, consolidar la gestión institucional como estandarte de excelencia en servicio público. Eso éramos.  Podemos volver a serlo.

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