Ñusta desciende y Azuay se queda sin equipos en la Superliga
La Superliga Femenina se quedó sin representantes azuayos tras concretarse el descenso de Ñusta FC el sábado 20 de julio de 2024.
En la última fecha de la fase de grupos, el conjunto violeta sucumbió de local por 0-2 contra Universidad Católica en el estadio Jorge Andrade Cantos, en Azogues.
Ñusta junto a Deportivo Cuenca y Toreros (filial de Barcelona SC) jugarán el próximo año el Ascenso Nacional para intentar volver en 2026 a la máxima categoría del balompié femenino.
Carneras UPS, descendido en 2023, jugará este año el Ascenso con la ilusión de jugar la Superliga 2025.
Últimos minutos en la Superliga 2024
Ñusta necesitaba ganar para evitar el descenso. Universidad Católica también requería los tres puntos para evitar encontrarse con Barcelona SC y Dragonas IDV en los cuadrangulares de semifinales.
Las quiteñas lograron su propósito no así las cuencanas que echaron en llanto apenas escucharon el pitazo final.
Minutos antes, la DT Odhalis Garcés parecía aferrarse a un milagro. Ya disfónica, empujaba al equipo a luchar cada balón y a buscar el arco contrario.
Por momentos les faltaban piernas. Cuando revisó la hora en su celular, miró al cielo y soltó un suspiro… sabía que todo había terminado.
“Fue complejo coger el equipo las cuatro últimas fechas. Se hizo lo que se pudo con lo que teníamos y como venían… Jugué con una plantilla de 10 chicas lesionadas, luego se fueron los refuerzos… A la final quedó la gente cuencana y fue complejo porque algunas tenían pocos minutos (en cancha) y otras no tenían nada…”, indicó Garcés aún con los ojos llorosos.
La entrenadora ecuatoriana endilgó responsabilidad al anterior cuerpo técnico por la forma en la que preparó al equipo.
“Hay que hablar claro, las dañaron físicamente…, las sometieron a una planificación que no era la adecuada para el fútbol… Las chicas jugaban pesadas, sin físico, sin resistencia…”.
Ñusta empezó el año con el profesor Diego Barreto, quien cuenta que renunció por temas personales. Estuvo apenas 8 días al frente del equipo. Sólo dirigió el primer partido contra Espuce. Después llegaron otros profesionales antes que asumiera el cargo Garcés.
Ñusta fue víctima de la falta de apoyo
La presidenta y fundadora Fanny Duchimaza lloraba en silencio la pérdida de categoría, algo que con tanto sacrificio lo consiguieron por primera vez en diciembre de 2022.
“Hay que profundizar qué está fallando en Azuay, por qué tres equipos no han podido sostenerse arriba”, reflexionó.
Para Duchimaza un factor determinante es el poco apoyo de la empresa pública y privada al fútbol femenino.
“Mire ahora, terminamos jugando en Azogues… Faltan lugares de entrenamiento, no puede ser posible que cuando los equipos desean entrenar en un parque, son botados por los guardias…”.
A la interna, Duchimaza está convencida que armaron un equipo competitivo, “lamentablemente hay patrocinadores que se caen en el camino y eso también influye muchísimo”.
La demora en encontrar un director técnico con licencia para dirigir en Superliga “también nos jugó en contra”.
La capitana Tahirí Macas jugó pese a no tener la autorización médica por un golpe que sufrió fechas atrás en la nuca y que la tuvo sin entrenar a la par de sus compañeras.
“El fútbol femenino necesita más apoyo”, recalcó Macas tras dejar en manos de Dios su futuro.
Lo bueno…
La cuencana Geomara ‘La Bicho’ Guzhñay interesó al cuerpo técnico de Universidad Católica. Incluso solicitaron su contacto. No llamaría la atención si refuerza al club capitalino en la siguiente ronda de la Superliga. Ya lo hizo en 2022 celebrado el título con Ñañas.
Lo malo…
Este año descendieron tres equipos porque en 2025 la Superliga se jugará con 12 clubes. De los descendidos Ñusta terminó con 7 -26.
Toreros y Deportivo Cuenca perdieron los 12 partidos en juego rematando últimos con 0 -46 y 0 -57, respectivamente. Las Leonas recibieron en su despedida una nueva goleada por 9-0 contra Liga de Quito.