Cuencano destaca por sus joyas en Estados Unidos

Por Fernanda Ramón, enviada especial de El Mercurio

Hace casi tres décadas, Teodoro Barzallo junto a su esposa y dos hijos abandonaron su natal Ecuador para radicarse en Estados Unidos.

Tenían un negocio en Cuenca dedicado a la distribución de cosméticos, pero la situación se complicó por los cobros y tomaron la decisión de migrar.

Viajaron con una visa de turismo y ya radicados en Estados Unidos buscó trabajo. Tuvo la oportunidad de laborar en un supermercado, pero al tercer día se retiró porque no era lo suyo.

Algunos de sus familiares laboraban en joyería y así se motivaron a también ser parte de esta profesión. Con su habilidad en las manos aprendió en poco tiempo y trabajó con un conocido en una compañía. Eso le ayudó a postularse en un programa para arreglar su documentación junto a su familia.

Con el tiempo se independizó y abrió su propia joyería.

“Me gané la confianza, por eso cuando salí de mi trabajo me buscaron para que continúe brindando los servicios de las compañías”, cuenta Teodoro Barzallo.

Empezó trabajando en un sitio pequeño, pero los resultados fueron los esperados y buscó un lugar más amplio. Fue así que viajó a Italia para adquirir máquinas y competir en el mercado.

Teodoro cuenta que tanto los equipos de joyería, así como la herramienta que se utiliza en esta profesión son costosas, pero decidió apostar en esta actividad y hoy a sus 57 años no se arrepiente de su decisión.

Actualmente es propietario de “Teo B Jewerly CO” y mantiene contrato con grandes compañías.

“Nos entregan las piezas y nosotros colocamos los diamantes y hacemos los terminados quedando listo para la venta”, explica.

Además, tiene una tienda virtual que ofrece una amplia línea de joyas. Esto le ha permitido generar empleo para otras personas, gran parte de ellos del cantón Chordeleg, provincia del Azuay.

La innovación es parte de su empresa para ofrecer a sus clientes una variedad de joyas. Hace unos meses lanzó una línea de joyas para motociclistas y rockeros, en plata y diamantes.

Como cuencano se siente satisfecho de sus logros, pues gracias a su esfuerzo y sacrificio les brindó alimentación, estudio y un hogar a su familia. Su trabajo es estable y le permite seguir cosechando frutos. (I)

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