Las organizaciones políticas tienen a sus precandidatos registrados. Según la hoja de ruta trazada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el plazo para cumplir los procesos internos de democracia concluyó ayer. La inscripción oficial de las candidaturas será entre el 13 de septiembre y el 2 de octubre.
Allí se confirmará oficialmente los nombres calificados por los movimientos políticos. Sin embargo, la definición de los acompañantes de los candidatos presidenciales está en debate. Por ejemplo, después del distanciamiento de Daniel Noboa y Verónica Abad había incertidumbre sobre la definición del presidente Noboa, que busca su reelección.
En la convención del movimiento Acción Democrática Nacional (ADN) se decidió que la empresaria quiteña María José Pinto, de 38 años, será la compañera de fórmula de Noboa. Según Valentina Centeno, vocera de ADN, el trabajo que desempeñó en la Secretaría Técnica del Programa Ecuador Crece sin Desnutrición Infantil fue una de las razones más fuertes para su candidatura. Los cálculos que se aplican para definir a los binomios.
“Hicimos algunos análisis. Su perfil y el trabajo que ha hecho con el Gobierno fueron claves”, explicó Centeno. Pinto también tiene un perfil empresarial familiar muy parecido al del presidente Noboa. Uno de los movimientos fuertes que también ha tenido críticas y cuestionamientos es la Revolución Ciudadana (RC), lista 5. Aquí la candidata a la presidencia será Luisa González y el candidato a la vicepresidencia será Diego Borja.
El nombre de Borja desempolvó los enfrentamientos que tuvo en su momento contra Rafael Correa. Sin embargo, en el interior del movimiento ponderan a Borja por su perfil económico y como complemento para el proyecto político. La relación entre Borja y Correa empezó en la década de los 80 cuando eran dirigentes estudiantiles y ambos fueron compañeros en el postgrado que realizaron en Bélgica.
Luego fue parte del Gobierno de Correa como ministro de economía, pero se desmarcó desde el 2012 y se convirtió en un opositor. Los simpatizantes del correísmo no están convencidos de s u candidatura. “Un traidor es quien da la espalda. Yo me opuse a ciertas acciones del presidente, Rafael Correa, cuando él era el presidente más poderoso del país. Yo actué de frente, viendo a los ojos”, dijo en una entrevista, tras su designación.
Uno de los antecedentes que se revisó fue el nivel de popularidad de Borja en Quito. Él fue uno de los rostros visibles en las paralizaciones de octubre del 2019 con el ex presidente Lenín Moreno. El Partido Social Cristiano anunció oficialmente que Henry Kronfle y Dallyana Passailaigue serán el binomio presidencial.
Aunque ambos candidatos son perfiles afines a Guayaquil, según Kronfle en la lista de asambleístas se privilegiará a otros nombres de filas del PSC de Pichincha y Tungurahua, especialmente. Pedro Granja y Leonidas Iza, ambos precandidatos, reconocen que ellos eligieron a sus binomios analizando el perfil profesional de mujeres que busquen posicionar y atrapar el voto femenino. Para el analista político Carlos Arguello, la estructura de los movimientos políticos demuestran una gran debilidad en los procesos de selección interna porque hay poco debate y llegan con los nombres listos solo para su aprobación. “Nadie habla de los proyectos. Deberían elegirse candidatos en función de proyectos y no por cálculos de cuántos votos puede aportar”, critica.
Los últimos nombres confirmados
Los movimientos políticos realizaron ayer asambleas virtuales para definir los nombres de los candidatos. Por ejemplo, el Centro Democrático ratificó la candidatura de José Serrano, ex ministro del Interior en el Gobierno de Rafael Correa.
Él correrá las elecciones junto a Ana Cristina Bernal como su binomio. Otra de las organizaciones que realizó su asamblea fue el movimiento Creando Oportunidades (CREO), lista 21. Aquí se apoyó la idea de que Blanca Sacancela, dirigente barrial, sea el binomio de Francesco Tabacchi.
Está previsto que, desde el lunes, el CNE avance con el proceso de revisión de documentos de los precandidatos y que se hayan cumplido los procesos internos de las organizaciones políticas para la definición de los nombres.
