Manifestación

¡Qué vivan los estudiantes! repite el poema de Violeta Parra en un homenaje al derecho a la resistencia que se germina en el espíritu del estudiante crítico. La formación universitaria implica el conocimiento científico, pero también la conciencia de clase. Es decir, que sea capaz de reconocer su privilegio sin perder la empatía sobre quienes viven condiciones distintas.

Qué vivan los estudiantes, dice el poema, “son aves que no se asustan”. Precisamente por eso, porque la ventaja de su capacidad organizativa les permite actuar en colectivo para hacer escuchar su voz. La manifestación pública del descontento, desde la clase estudiantil puede ser diversa, sin embargo, es la ocupación del espacio público el símbolo máximo de su expresión.

La gestión gubernamental sobre la crisis energética ha merecido el rechazo mayoritario y la preocupación general en la población. Sin embargo, hasta el momento, eran los espacios digitales los únicos interfaces que daban soporte a esta indignación. Los estudiantes universitarios, decidieron que ya era tiempo de recuperar su lugar en el espacio público y manifestar su crítica a la gestión gubernamental.

Se requiere paciencia y tolerancia para permitir las voces críticas de quienes deciden manifestarse. Siempre será preferible el acompañamiento pacífico de parte de las fuerzas del orden, en lugar de tácticas represivas, cuando la violencia no ha sido el denominador común. Al fin y al cabo, en la voz de los estudiantes de la Universidad de Cuenca están representadas las expresiones de la población que con indignación rechaza los apagones, subida de planillas de luz, y desaciertos en la gestión y vocería gubernamental.

DZM

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social con experiencia en coberturas periodísticas, elaboración de suplementos y materiales comunicacionales impresos. Fue directora de diario La Tarde y es editora.

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba