El 27 de septiembre de 1974 marca un antes y un después para Diario El Mercurio. En ese año fallece súbitamente Miguel Merchán Ochoa, quien dirigía el medio de comunicación, obligando a un cambio de mando en el periódico. Sus hijos Nicanor, Marina, Rita y Miguel Merchán Luco asumen esta responsabilidad con el anhelo de continuar con el legado de su padre.
En ese entonces, El Mercurio ya era uno de los medios de comunicación más importantes de la ciudad de Cuenca, de la provincia del Azuay y del Austro. Por eso, el reto que asumieron los cuatro hermanos resultaba mayor por seguir informando a la población con veracidad de todos los hechos noticiosos y brindar otros servicios en el ámbito publicitario, judicial y de mortuorios.
Eran muy jóvenes, pero eso no importó para dirigir diferentes áreas del periódico. Nicanor, el mayor, asumió la Dirección; las mellizas Marina y Rita, la gerencia General y Financiera, respectivamente; y Miguel, el área Técnica.
Precisamente, en este especial por los 100 años de fundación del Diario, se recuerda el papel que han desempeñado los últimos tres hermanos que asumieron las gerencias y el área Técnica. Para ellos, no fue nada fácil, se prepararon a la marcha de ejercer sus cargos y nunca se rindieron ante cualquier adversidad.
Gerencia General
“Yo era la segunda secretaria de mi padre. Él me dio esa función unos años antes de su muerte para que vea como se trabaja”, recuerda Marina Merchán Luco para referirse a sus cinco décadas al frente de la gerencia General.
Lo primero que hizo fue capacitarse por varios meses en gerencia con expositores internacionales traídos por instituciones de prestigio de la ciudad de Quito. “Con los cursos fui madurando bastante sobre cómo mantener el ritmo y el orden en la empresa para que el personal de cada uno de los departamentos del Diario rindan”, asevera.
Además, se valió de los consejos que recibió de su padre durante su etapa como segunda secretaria. Recuerda que, uno de los consejos que aplica y le ha ido muy bien, fue el que dijo de esta manera: “Hija cuando llames la atención a un trabajador llámale entre cuatro paredes. Y pregúntese usted antes, cómo quisiera que le llamen la atención”.
Para ella, existen algunas etapas que determinaron el rumbo en su gestión como el cambio a sistemas modernos para la impresión del periódico donde cada hermano cumplió un rol importante.
La gerente asegura que los desafíos son grandes porque se debe continuar con esa proyección a lo digital con las herramientas que ya se manejan. Además de mantener el periódico porque aún existe un nicho importante.
El trabajo financiero
“Mi papá nos preparaba en las vacaciones para que nos identifiquemos con diferentes áreas del periódico. Como que sabía lo que iba a pasar”. Eso expresa Rita Merchán Luco para recordar su paso por la gerencia Financiera de El Mercurio.
Este cargo lo asume en 1979 luego de cuatro años de la muerte de su padre porque estaba antes por Quito laborando en la agencia del Diario que operaba en dicha ciudad.
Para ella, desempañar esta función fue duro por su juventud. Entre las primeras actividades que realiza es iniciar la importación del papel desde Canadá y Chile para imprimir el periódico porque comprarlo en el Ecuador resultaba demasiado costoso.
De la misma manera, se lo hizo con otras materias primas necesarias para los procesos correspondientes. También su trabajo fue vital para rehabilitar las instalaciones de El Mercurio, en la calle Padre Aguirre y Gran Colombia, para convertirlo en el primer centro comercial de Cuenca.
Estuvo 38 años al frente de la gerencia Financiera siempre con la consigna de dejar lo mejor de sí para el desarrollo del medio de comunicación. Se retira en el año 2017 para que su sobrino Xavier Merchán, hijo de Nicanor, desempeñe esta función que la dirige hasta hace unos meses.
El pilar tecnológico
Miguel Merchán fue fundamental para que El Mercurio siempre innove en sus máquinas para la impresión del rotativo. Cumple este rol por sus conocimientos tras haberse graduado en el colegio Técnico Salesiano.
“Nosotros (cuando murió su padre) heredamos un buen nombre, pero máquinas muy viejas. Ya no existían repuestos. Llegó un momento que ya no daban más y decidimos parar por la necesidad de un mantenimiento integral”, señala.
Para el efecto, tuvo él que viajar a Guayaquil para dialogar con los representantes de Diario El Universo para imprimir por 10 días el periódico allá, y, trasladarlo a Cuenca.
Otro hecho importante que lidera fue cuando con sus hermanos decidieron cambiar las máquinas por computadoras. “La primera impresora láser que llegó al Ecuador la tuvo El Mercurio. Inclusive, el presidente de la República de aquel entonces vino a conocer este equipo”, comenta.
Para él, la impresión a colores fue también un triunfo importante. “Yo soy muy romántico, y creo que el periódico impreso no va a morir. La gente nuevamente está volviendo al papel”, cita.
Los hermanos Merchán Luco son pilares para el desarrollo del medio de comunicación. Heredaron una responsabilidad para con Cuenca, Azuay, y el país. -(I)
DETALLES
1974 asumen los hermanos Merchán Luco el periódico tras la muerte de su padre Miguel Merchán Ochoa.
Nicanor, las mellizas Marina y Rita, y Miguel son los cuatro hermanos Merchán Luco que asumieron el manejo del periódico.
Marina Merchán Luco ha estado cinco décadas en la gerencia General del Diario. Ella con Nicanor han desempeñado sus funciones por más tiempo que el resto.
Todos coinciden en que el medio de comunicación debe estar en el área digital. Sin embargo, el papel sigue siendo fundamental para subsistir.
