En materia de alza salarial para 2025 (Salario Básico Unificado) se vuelve a repetir la historia de las últimas décadas. El monto lo terminará definiendo el Ministerio del Trabajo.
Durante las varias sesiones del Consejo Nacional de Salarios, representantes del sector empresarial y de los trabajadores organizados no consensuaron sobre el monto.
El citado Ministerio se limitó a informar a las partes sobre las proyecciones de la economía, entregados por el Banco Central, el Servicio de Rentas Internas (SRI) y el INEC. Constituyen insumos para plantear el monto, pero fueron objetados por los dirigentes laborales, como casi siempre sucede.
Los empleadores plantearon un incremento de 4 dólares al Salario Básico Unificado, actualmente de 465 dólares.
Un segmento de los trabajadores propuso 25 dólares. El Frente Unitario de Trabajadores (FUT) planteó 102 dólares.
Discusiones van, discusiones vienen. Esta ha sido la tónica. Ahora no fue la excepción, como tampoco la polémica sobre la realidad del empleo en el país, ni se diga en torno al valor real de la canasta básica familiar, determinada en 800 dólares mensuales.
Con visiones totalmente contrapuestas sobre la economía, la producción, los impactos de fenómenos como la inseguridad, los apagones, la informalidad, la inflación, el consenso fue imposible.
Para el representante de la mesa técnica en el Consejo de Salarios no convienen los extremos: ni un alza de 102 dólares, tampoco de 4 dólares; y si los 25 dólares incrementados en 2021 y 2022 no perjudicaron a los empleadores ni a la generación de empleo, bien podrían repetirse para 2025.
El Ministerio del Trabajo tendrá la última palabra de acuerdo con la fórmula técnica establecida en la ley.
La decisión, con seguridad no será del agrado de los trabajadores, y hasta se tomará como material para la campaña electoral.
