El 2024 ha sido un año de transiciones, tanto en lo local como en lo internacional. Pues son muchos los cambios vividos, aunque sus efectos definitivos se podrán valorar en los primeros meses del 2025.
Un polémico expresidente estadounidense regresa a la Casa Blanca, en lo que parecía ser una apretada elección, Donald Trump, triunfó de manera holgada, con propuestas que podrían resultar extremas, que van desde la deportación masiva de migrantes hasta la reducción del tamaño del Estado, así como la lucha comercial a productos importados, especialmente aquellos que vienen desde China. El mundo está pendiente de las medidas que se tomen a partir del 20 de enero de 2025.
Siguiendo en América, pero un poco más al Sur, Venezuela vivió un histórico proceso democrático, en el cual, pese a las constantes trabas para excluir a candidatos de la oposición, así como a diversas maniobras fraudulentas, el régimen de Maduro salió derrotado, con un abrumador triunfo de Edmundo González Urrutia. Este resultado ha sido reconocido por diversos países a nivel internacional. Pese a que la autoridad electoral, así como la justicia venezolana insisten en querer posesionar nuevamente a Nicolás Maduro. Este interesante desenlace solo lo sabremos el próximo 10 de enero de 2025.
De igual manera, luego de casi un cuarto de siglo, otro dictador fue defenestrado, es el caso de Bashar al-Ásad en Siria, quién sobrevivió a la primavera árabe (rebeliones sociales que clamaron por el retorno a la democracia entre 2010-2012), gracias al apoyo de Rusia e Irán. En esta ocasión, las fuerzas rebeldes, liderados por el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS), dirigen desde hace pocos días el país desde Damasco, e instalarán un gobierno de transición el cual se aspira sea tolerante con el propósito de que tantos los distintos grupos étnicos, así como las minorías religiosas sean respetas e incluidas en esta nueva construcción estatal.
Y, por último, el caso del Ecuador, el 2024 también fue un caso de transición con la presidencia de Daniel Noboa, la cual si bien es cierto inició con la lucha contra los grupos de delincuencia organizada, así como con una victoria en las urnas en una consulta popular, se ha ido desdibujando,migrando a pugnas políticas al interior de su partido (caso Abad), así como con otros movimientos políticos (caso Glas), para culminar con una crisis energética que ha movido el piso al país, y que plantea grandes desafíos económicos, sociales, e incluso del modelo del Estado.
El 2025 nos presenta un nuevo proceso electoral, con la posibilidad de tomar decisiones acertadas por el bien el Ecuador. (O)