Mes de Navidad: diciembre; tiempo que genera una interrogante: ¿Les robamos la Navidad a los niños?…Creemos que sí. En efecto, en la Navidad conmemoramos el natalicio del niño Jesús, por ende, es una festividad de todos, pero fundamentalmente de los niños y para los niños, pero, como que nos hemos adueñado los “NO NIÑOS” de una festividad, para hacer de esta conmemoración una algarabía consumista.
Mes de Navidad, que debe ser de paz, amor, confraternidad, alegría, se ha trastocado en el mes del estrés, del apuro, del mal genio, de la depresión y del contraste entre los que tienen mucho con los que no tienen nada. Nos acordamos de los niños solo para el juguete y caramelos, caso contrario, son los últimos en un jolgorio así que pagano.
Mes de Navidad, donde la mayoría de las personas farisaicamente pretendemos quedar bien con todos, de “corresponder” como una obligación al regalo que recibimos, y con el pensar que tal vez no les guste lo que les compramos.
Mes de Navidad, tiempo que muchos se descabezan haciendo la lista de invitados y regalos. Mes del aprieto por encontrar la ropa ideal para la invitación, y con un “tiempo corto” que no nos alcanza para cumplir con los muchos compromisos.
Mes de Navidad, de gastos económicos que desequilibran presupuestos y el buen sentido. Tiempo de tensión nerviosa, sobre todo, cuando salimos a las calles y somos objeto de agresiones de conductores, del pitar por doquier y peor cuando buscamos estacionamiento y, cuando no, recibimos hasta gritadas de conductores enfermos por la Navidad.
Mes de Navidad, en un país en crisis, con familias disfuncionales y huérfanos funcionales por la migración, y para el colmo, saturados de noticias dañinas y alarmantes que reproducen inestabilidad social.
Mes de Navidad, donde los pobres reciben regalos y hasta gorras conl alimentos “donados” por compradores de conciencias, que hoy se llaman políticos y antes fariseos
Mes de Navidad, donde a los niños deberíamos dar atención, salud, educación y sobre todo cariño y un amplio sendero en procura de un futuro mejor, porque por ellos y para ellos es la Navidad. (O)