Los compadres de Carnaval: símbolo de unión y camaradería

Los compadres y comadres para sellar una amistad, para fomentar la fertilidad, para que animan la fiesta. Los compadres y comadres como el símbolo de un personaje que representa a la comunidad.   

En cada espacio, en cada zona, el compadrazgo tiene su propio significado y su propio objetivo. No obstante, lo cierto es que, cuando se acerca el Carnaval, por lo menos en la provincia del Azuay no puede faltar el compadre y la comadre.

Tal es la importancia que, en Cuenca, la Universidad Católica está armando un proyecto para erigir un monumento en la Plaza de San Francisco que represente a la comadre y al compadre de Carnaval.

Pero, por qué. Por qué su importancia, qué mismo es un compadre y una comadre. Qué significado tienen estos personajes en Carnaval.  

Las respuestas son varias. Son distintas desde el lugar en donde se hace la pregunta. Aun así, cada una es válida, porque sin compadres, no hay fiestas carnavalescas, se dice.  

Una acción para sellar la camarería

Para entender lo que significa el compadre y la comadre, para la antropóloga Tamara Landívar, se debe saber que el compadrazgo, propio del mundo andino, se refiera a una acción para “sellar lazos de amistad para toda la vida”.

Y, siguiendo con ese concepto, se lo usó en el Carnaval para extender el compadrazgo y tener una fiesta de camarería.

En algunos espacios, para dejar asentado el compadrazgo, en antaño se estableció que se use una guagua de azúcar, que hace referencia a la fertilidad. Una vez que recibían el hombre y la mujer el objeto dulce quedaba afirmado el compadrazgo.

Pero ¿quiénes podían recibir a la guagua de azúcar?

Todo depende del lugar en donde se haga el escogimiento. Un hombre y una mujer de bien, una pareja que haya hecho algo por su comunidad, o personajes con poder adquisitivo.  

Por ejemplo, en Girón, el grupo Leoquina Cultural desde hace seis años retomó la tradición del Jueves de Compadres y Comadres.

Eloy Peralta, integrante del grupo cultural, contó a El Mercurio que, en su caso, se escoge al compadre y comadre de acuerdo al aprecio que les tiene el cantón, a que sea gente de confianza y honorable.

En cambio, en Cuenca, que año a año también organiza el Jueves de Compadres y Comadres, la selección se basa, por lo menos en el último lustro, en una relación artística y cultural, o en lo que la persona haya hecho por la ciudad.

En otros casos, según el artista Piotr Salamea, el recurso usado para escoger al compadre y comadre está relacionado con su capacidad para encender la fiesta carnavalesca, en su capacidad para ser el alma del encuentro festivo.

Un evento que cambia

Si hoy se tratara de emular el Jueves de Compadres y Comadres de antaño, sería una imposibilidad, principalmente por el ritmo al que están sometidas las poblaciones actuales.

Por ejemplo, en el pasado había la tradición de celebrar el Jueves de Compadre quince días antes del domingo de Carnaval, y el Jueves de Comadre siete días antes.

A lo largo de esas dos semanas, la comida, la camarería y el agua ya empezaban a verse. Algo que en el presente ya no está con antelación.

“La cultura es dinámica, y las tradiciones van respondiendo a la realidad actual. Ahora ya no está relacionado a la fertilidad, sino más bien a un compromiso. Por ejemplo, nosotros escogemos los compadres por su compromiso con la ciudad y que ha hecho algo por la ciudad”, dijo Landívar.

Sea como fuere, con sus mutaciones, en muchos lugares del Azuay todavía se trata de mantener en la memoria el compadrazgo, de seguir una tradición que lo único que busca es tener la unidad social para desarrollar el Carnaval. (AWM)-(I)

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