La huella de Eliécer Cárdenas trasciende el tiempo

De una infatigable creatividad, a tal punto que escribió al menos 53 obras literarias, entre novelas, cuentos y teatro. Por eso y más, Eliécer Cárdenas Espinosa es considerado uno de los personajes más trascendentes de la Literatura ecuatoriana
de los últimos tiempos.

Bajo esa consideración, la Universidad de Cuenca, a través de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación, la Prefectura del Azuay y el colectivo Casa Tomada decidieron conjugar esfuerzos para rendirle tributo. La mejor manera fue encaminar la I Bienal de Narrativa que lleva su nombre.

Así, en el marco de esta Bienal, se organizó el Concurso Nacional de novela inédita, que logró la postulación de 98 obras de todo el país y el próximo jueves 9 de noviembre se premiará a la obra ganadora. También se organizó la Feria de Libro y el Conversatorio “Eliécer Cárdenas y su ruta editorial”. Y para el 7, 8 y 9 de noviembre está previsto en la Universidad de Cuenca el Encuentro Académico “Eliécer Cárdenas y sus escritos”, con la participación de reconocidos escritores y críticos de la Literatura.

El objetivo es remarcar las huellas trazadas por Eliécer. A propósito, a Iván Petroff, docente de Lengua y Literatura en la Facultad de Filosofía, no le cabe duda que su amigo marcó un verdadero hito.

Tendencia

Petroff remarca que la trascendencia literaria de Eliécer Cárdenas radica en la calidad y “por una forma bastante interesante, hasta un poco barroca de trabajar los espacios, personajes y los acontecimientos”.

“Creo que es el único escritor ecuatoriano que ha logrado producir tantas obras. Se caracterizó por su tenacidad y por ser un escritor a tiempo completo. Tenía los méritos suficientes y todas las características para haber recibido el premio Eugenio Espejo”.

Iván Petroff, Colectivo Casa Tomada

Felipe Aguilar, ex docente de Literatura de la Universidad de Cuenca, refuerza que “Eliécer nació con una tendencia desde la infancia. Era un escritor y se hizo a través de la lectura. Para aprender a escribir hay que leer intensamente y ese fue un detalle fundamental que marcó su vida literaria”.

Su obra es diversa e impecable, con un manejo soberbio de las estructuras, adjetivaciones, “un maestro de la descripción y el hilo narrativo”.

Desde su postura política de izquierda marxista, su mirar se centraba en la problemática social de su entorno, la región y el país. Además de su constancia y perseverancia, demostró a la gente que el escritor no es ese personaje que está en una “torre de marfil” sino que es un comprometido con el pueblo y la juventud.

En esa línea y a sus 29 años (en 1979), publicó su célebre Polvo y Ceniza, a la que los críticos la consideran una de las más grandes obras de la literatura ecuatoriana contemporánea.

En este contexto, Alejandro Moreano publica, en la revista Kipus del 2022, su investigación que remarca un hecho determinante. En la prolífica obra de Eliécer Cárdenas sobresalen dos temáticas cardinales: la novela histórica y la saga de bandoleros justicieros al estilo Naún Briones, el personaje protagonista en “Polvo y Ceniza”.

En cambio, la publicación de la Clave Cuenca de septiembre de 2021 resalta, por ejemplo, que en ‘Los diamantes y los hombres de provecho’, de 1989, Eliécer hizo una crítica acerva a los valores sociales de un “sistema entontecido por el poder, el dinero y el arribismo de una clase sin identidad, ávida de confort y riqueza”.

Los reconocimientos

Con Polvo y Ceniza, logró el Premio Nacional ‘Nuevos Valores de la Novela’, en Un año antes, con ‘Morir en Vilcabamba’, ganó el premio ‘Aurelio Espinosa Pólit’.

Cinco años después, su obra ‘Que te perdone el viento’ le dio el tercer premio de la Bienal de Novela Ecuatoriana. En 1997, con su novela ‘Una silla para Dios’, se adjudicó el segundo lugar en el Concurso Nacional de Literatura ‘Ismael Pérez
Pazmiño’.

También fue reconocido dentro y fuera del país. En 1983, por ejemplo, tuvo el privilegio de integrar el jurado de novela en la Casa de las Américas, en La Habana, Cuba.

Entre 1996 y 1997, presidió el Comité Organizador de la V Bienal Internacional de Pintura. Antes, en 1991, lideró la Casa de la Cultura núcleo del Azuay.

También era muy requerido para presentar obras literarias, artísticas e históricas en la ciudad y a escala nacional. Justo un día antes de su fallecimiento, presentó la novela «El hijo del sastre», de Juan Castanier, en Cuenca.

El año pasado, en Loja se publicó el libro “Eliécer Cárdenas Espinosa, el escritor inmortal”. Bajo la dirección del investigador Fausto Aguirre, en 755 páginas se recopilan los aportes de académicos, de la Real Academia de la Lengua y Academia Nacional de la Historia del Ecuador. Se trata de investigaciones y reflexiones sobre sus escritos que trascienden el tiempo. (I)

DATOS

  • Cuenca adoptó al novelista, escritor, periodista, cuentista y dramaturgo Eliécer Cárdenas. Nació en el
    cantón Cañar en 1950 y creció en una familia dedicada a la docencia, escritura y lectura.
  • Su madre, Soledad Espinosa, fue su mentora y maestra en el amor por las letras. Así, a los 15 años,
    inició su camino como escritor y a los 21 publicó su primer cuento “Hoy, al general”.

Obras recomendadas

  1. Polvo y ceniza
  2. Una silla para Dios
  3. Tarde de mar y boleros
  4. Háblanos, Bolívar
  5. Los diamantes y los hombres de provecho
  6. El pinar de Segismundo
  7. La cabalgata nocturna
  8. Juego de mártires
  9. Hoy al general
  10. Morir en Vilcabamba
“Polvo y Ceniza” está entre las obras más recomendadas del escritor austral. Cortesía Sodilibro

Su marca como reportero y articulista

Eliécer Cárdenas también tuvo una dilatada carrera periodística, que la inició en la década de 1970. En el diario cuencano El Tiempo fue periodista, jefe de redacción y articulista. En los últimos años se desempeñó como columnista en diario El Mercurio.

Pero más tiempo se mantuvo en la revista Avance, desde cuando inició como semanario en 1978 y luego se pasó a revista mensual. Escribió reportajes y artículos de opinión sobre diversas temáticas. El último fue publicado en la edición de septiembre de 2021, mes en que falleciera.

Rolando Tello, editor y compañero en Avance, recuerda que “gustaba del periodismo como experiencia intensa”. Cárdenas reportó desde las zonas de combate en conflictos armados entre Ecuador y Perú en 1981 y 1995. También hizo reportería en el lugar mismo del terremoto de Popayán en 1983 y muchos otros temas.

En esta faceta, Felipe Aguilar lo describe como uno de los primeros periodistas que forjó un espacio como columnista en Diario El Tiempo, “donde él escribía con total libertad y solvencia como un hombre de izquierda”.

Entre sus otras facetas fue abogado graduado en la Universidad Central del Ecuador, candidato por Cañar al Congreso Nacional en 1984 y presidió la Unión de Periodistas del Azuay. (I)


Eliécer Cárdenas en su faceta de periodista, director y articulista en Diario El Tiempo. Cortesía Elson Rezende

Compromiso con la literatura del Austro

La Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad de Cuenca ha emprendido una iniciativa literaria de gran relevancia al impulsar la I Bienal de Narrativa “Eliécer Cárdenas Espinosa”.  Esta nació como propuesta desde el Colectivo Casa Tomada y su presidente Carlos Pérez Agusti.

La idea surgió en medio de la consternación dos días después del fallecimiento de Eliécer y recibió el apoyo unánime de los integrantes del Colectivo Cultural. Enseguida fue acogida por la Prefectura del Azuay y la Universidad de Cuenca.

Hoy este evento se sustenta en tres pilares fundamentales que destacan su importancia en el panorama cultural.

Se rinde un merecido homenaje a una destacada figura en la literatura ecuatoriana y latinoamericana. Busca también posicionar a Cuenca como el epicentro de la cultura nacional y se pretende fomentar el descubrimiento de nuevos talentos a través de un concurso literario relevante.

Fernando Ortiz, decano de la Facultad de Filosofía, aseguró que “la sólida trayectoria cultural que nuestra Facultad ha forjado en los últimos años nos permite asegurar la realización de un concurso nacional de alto calibre, respaldado por criterios académicos rigurosos».

Además, destacó la relevancia de acercar la literatura a un público diverso y ansioso por adquirir conocimiento en este momento de recuperación nacional tras la pandemia.

«El arte y las humanidades se convierten en poderosos vehículos de expresión social y una vía para superar la desesperanza en tiempos de crisis», afirmó. (I)

Ernesto Arias, María Augusta Correa, Cristóbal Cárdenas, Abdón Ubidia, Fernando Ortiz y Verdugo en espacio de la Feria del Libro.

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Textos: Doménica Plúa, José Chablay y Margarita Pangolo
7º. Ciclo Periodismo
Facultad de Filosofía

REM

REDACCION EL MERCURIO

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