Apagones dañan la calidad de alimentos y bebidas

La conservación de alimentos y bebidas, que necesitan una cadena de frío, es uno de los principales desafíos frente a los apagones programados por esta temporada de estiaje.

Y es que, en especial, restaurantes y tiendas de venta de productos alimenticios, se han visto afectados por la suspensión del servicio de energía eléctrica de estos últimos días.

Marco Zamora, miembro de la Asociación de Bares y Restaurantes de Cuenca (ABREC), explicó que las carnes y mariscos son más inermes a dañarse sin una refrigeración adecuada.

“En los locales manejamos además de cárnicos una serie de productos que necesitan estar almacenados en determinadas temperaturas para que conserven sus nutrientes y no se contaminen…”, señaló.

No obstante, indicó que la mayor parte de refrigeradoras pueden mantener en buen estado los alimentos por un máximo de cuatro horas una vez que haya un corte en el suministro de electricidad.

Revisión

Sin embargo, señaló que cuando esto ocurre recomiendan revisar al detalle cada producto para confirmar si está o no en buenas condiciones para ser preparado o vendido.

“La primera recomendación directa es que se desechen los alimentos refrigerados como: carne de res, aves, pescado y sobras después de cuatro horas sin electricidad…”, dijo.

Indicó asimismo que los quesos y productos derivados de la leche, son más susceptibles a dañarse por lo que se sugiere tener mayor precaución con estos.

Hizo un llamado al Ministerio de Energía y Minas para que los cortes de menor tiempo sean en los sectores donde están precisamente los restaurantes y bares.

“Se debe tomar en cuenta al sector de restaurantes, hoteles, centros de diversión, para causar el menor impacto, pues nosotros aportamos de manera importante al turismo y a los ingresos de la ciudad…”, insistió.

Bacterias

Pablo Balarezo, ingeniero en alimentos y consultor en producción limpia, detalló que hay bacterias que contaminan los cárnicos cuando estos no están refrigerados de forma adecuada.

“Uno de los motivos más frecuentes de las enfermedades estomacales son precisamente las bacterias en los alimentos, que resultan todavía más peligrosas cuando no hay un buen manejo en refrigeración…”, precisó.

Acotó: “es importante que conozcamos los microorganismos que son potencialmente peligrosos y cómo lograr que no se reproduzcan en los alimentos de consumo habitual”.

Detalló asimismo que hay microorganismos que se inactivan durante el congelado, pero si después se deja la carne a temperatura ambiente, vuelven a activarse y consiguen desarrollar uno que es patógeno.

Bebidas

Explicó que, en el caso de las bebidas, las que están hechas con lácteos y vegetales son las más propensas a dañarse sin una refrigeración que sea correcta.

Por ejemplo, un alimento como la leche, que está compuesta por líquido y proteína, en el medio ambiente se daña con mucha facilidad y por eso, en el etiquetado se recomienda conservarla en frío.

Indicó: “la leche cruda, que no ha tenido un tratamiento térmico y que puede contener bacterias, inclusive, aunque el envase esté cerrado, la vida útil puede reducirse aún más sin refrigeración…”.

Medicinas necesitan refrigeración

Tatiana Morales es doctora en química farmacéutica y advirtió que algunos medicamentos necesitan refrigeración continúa para mantenerse en buen estado y conservar sus propiedades.

Morales indicó que, por ejemplo, en nuestro medio hay cientos de pacientes que utilizan la insulina, en especial, para la diabetes, y otras enfermedades asociadas a esta.

Detalló que la insulina debe permanecer almacenada a una temperatura de dos a ocho grados centígrados (°C), que es lo que habitualmente da un refrigerador.

“Es importante que consulte a su médico o en la farmacia de confianza qué tiempo puede permanecer sin refrigerar su medicamento, pues para que se dañen influyen varios factores…”, precisó.

Detalles

Se recomienda no abrir el refrigerador salvo que sea estrictamente necesario, pues esto daña los productos.

En promedio los alimentos pueden permanecer unas cuatro horas sin refrigeración, luego comienza la descomposición.

Los alimentos en buen estado preservan sus compuestos, que ayudan en las actividades celulares y fisiológicas de las personas.

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