El proyecto Cardenillo -última fase del Complejo Hidroeléctrico Paute Integral-; y, el proyecto eólico Pimo, son dos propuestas azuayas que están archivadas y que, de ser ejecutadas, aliviarían futuras crisis energéticas.
Juan Cristóbal Lloret, prefecto, cuestionó a los gobiernos de Lenín Moreno y de Guillermo Lasso y los acusó de ser los causantes de los problemas en el sistema eléctrico nacional. Pero no solo se quejó.
El pasado 5 de septiembre exhortó a Fernando Santos Alvite, ministro de Energía y Minas, que se le autorice al Azuay la construcción de ambos proyectos. Hasta ahora no hay respuesta.
“De los diez proyectos que debían ejecutarse desde 2017 en el país, solo uno se ha construido, y es el de (eólico) Huascachaca… y fue construido por Elecaustro, una empresa cuencana… así que sí podemos asumir estos proyectos”, enfatizó Lloret.
Recordó que la Prefectura es accionista de Elecaustro y que, sumado a la gestión para buscar inversión privada, se podrán construir estas obras.
Pero lograrlo requerirá pensar en un nuevo modelo descentralizado para el sector energético pues según él, “todo va para la CELEC EP, porque todo es en Quito y porque no pensar en una empresa azuaya”, propuso.
Para Paute-Cardenillo se plantean recursos a través de líneas de crédito con la Alianza Francesa de Desarrollo, entidad que, según Lloret, está dispuesta a invertir en proyectos de energía renovable.
Análisis del sistema eléctrico actual
En el criterio del catedrático e investigador de la Universidad Católica de Cuenca, Diego Morales, es urgente que el Gobierno Nacional promueva eficiencia energética, mayor inversión, ejecución de nuevos proyectos, pensar en nuevas energías renovables y dar mantenimiento a lo que ya existe.
El catedrático cuestionó que el Gobierno deba pagar seis veces más el costo por kilovatio/hora que se compra a Colombia, cuando esos recursos pudieron estar destinados a la construcción de nuevos proyectos de generación de energía.
De acuerdo con un estudio realizado por la universidad en la que trabaja Morales, cada día de apagones representan al país 12 millones de dólares en pérdidas.
Es decir, en una semana, se perdieron cerca de 60 millones de dólares, con los cuales era posible invertir en nuevas alternativas de generación eléctrica.
Entre ellas, fuentes de energía como biomasa y geotérmicas que ya existen en el país pero son escasas.
Sobre la eficiencia energética, recordó que, aunque parezca obvio, la industria consume la mayor cantidad de energía que produce el país y es en ese campo en el que se deben tomar acciones preventivas para promover el ahorro.
Cambiar los focos incandescentes por led o colocar sistemas inteligentes que apaguen las luces de manera automática son alternativas que ya se deben tomar en serio en la industria y las instituciones públicas para el ahorro de energía.
Esta es una de las claves que, según Morales, le permitiría al sistema nacional de electricidad ahorrar para tener garantizado el suministro.
Se estima que la red nacional tiene una capacidad de generación de 8.800 megavatios; no obstante, en la actualidad es mucho menor por la falta de mantenimiento. (FCS)-(I)
Pimo, una alternativa ecológica
El proyecto de generación eléctrica eólica Pimo, se pretende construir en Cuenca. Se trata de un plan cercano a las comunas Pimo y Can Can, a 3.800 metros sobre el nivel del mar.
Este sistema tiene previsto generar 150 megavatios de potencia, con la posibilidad de expandirse a 200.
La Prefectura del Azuay ya ha planteado asumir parte de la intervención y, como accionista, junto con Elecaustro.
Desde el 2018 se realiza la prospección del recurso eólico y desde entonces se instaló una torre de 30 metros en el sector de Can Can y en el 2020, otra de 80 metros en Pimo.
En la zona existe una velocidad promedio de 9,3 metros por segundo. El proyecto tiene una longitud aproximada de 18 kilómetros con posibilidad de ampliación.
Existe presencia poblacional en las inmediaciones dedicada, en su mayoría, a la ganadería. (I)
28
por ciento se consume a través de las residencias y el área comercial y 26 % lo ocupan las instituciones públicas a escala nacional.
42
por ciento, en promedio, del consumo de energía nacional la utilizan las industrias del país, según estadísticas oficiales.
EL DATO
- Mayo es el mes de mayor consumo de energía, según datos de la Universidad Católica de Cuenca; se consume 4.500 MW, en promedio.