Padres se activan para buscar a sus hijos desaparecidos

Lilian Silvana C., es docente y tiene 53 años. El lunes último acudió a la Fiscalía de Azuay para presentar una denuncia por la desaparición de su hijo, ocurrida el 17 de octubre de 1988.

Ese día, cerca de las 18:30, según la versión de Lilian, ingresó al hospital Vicente Corral Moscoso, en Cuenca, para dar a luz a su bebé, a quien tenía pensando inscribirlo como Andrés. Era su segundo hijo.

Nació por parto normal a las 19:30 y una enfermera se lo llevó con el argumento de que debía bañarlo. Luego le dijeron que el pequeño debía quedarse en observación por un día por un problema en los pulmones.

Ella recibió el alta y regresó a casa. Al día siguiente su esposo fue a retirar al niño, pero no le entregaron. Solo le dejaron verlo a través de un vidrio, le pidieron que compre una receta y que regrese al día siguiente.

“Ya cuando mi esposo regresó nuevamente para retirarle a mi hijo le habían dicho que se había muerto y que supuestamente lo incineraron, nunca me dieron a mi hijo…”, contó.

En total tuvo cinco hijos, incluyendo a Andrés. El primero es médico, el tercero arquitecto, el cuarto era galeno también, pero murió hace poco. Su última hija es estudiante de medicina.

Ella cree que su pequeño pudo haber sido robado de esta casa asistencial por lo que espera que este caso sea investigado. Mantiene la esperanza de encontrarlo.

Otro bebé

La historia de Lilian tiene algunas similitudes con lo que le ocurrió a Zoila M., quien también tiene a su hijo Armando, recién nacido, desaparecido desde 1989 en Cuenca.

Ella, quien ahora tiene 51 años, y es artesana de tejidos, indicó que también asistirá a la Fiscalía de Azuay para formalizar la denuncia y pedir ayuda para localizarlo.

Relató que un 5 de diciembre de 1989 entró por emergencia a una clínica en Cuenca, cerca de las 17:00, para dar a luz, pues su parto se adelantó. En la noche el bebé nació, pero a penas pudo verlo.

“Me dijeron que mi bebé tenía agua en los pulmones y que le iban a tener que poner unas sondas. Mi esposo dijo que mejor le íbamos a llevar al hospital porque ya no nos iba a alcanzar la plata…”, recordó.

Un médico que le atendió en el parto le dijo que al día siguiente, a penas amanezca, iban a entregarles al pequeño, pero que antes debían firmar una hoja de descargo de responsabilidad.

“Cuando amaneció ya esperábamos al bebé para salir y vinieron dos doctoras y nos dijeron que se había robado al niño una desconocida. Incluso me hicieron llamar a los señores policías…”, dijo.

Ella presentó una demanda contra la casa de salud, pero el caso se quedó en investigación. Su hijo nunca apareció. Cree que fue dado en adopción o vendido.

Zoila indicó que conoce de dos casos más que ocurrieron en este centro asistencial, y Lilian también sabe de otros seis niños que tenían que ver con el Vicente Corral Moscoso.

A partir de una publicación de Diario El Mercurio sobre bebés cuencanos adoptados en las décadas de los 80 y 90 y llevados a Noruega, Zoila inició una cruzada para reunir a madres que tienen hijos desaparecidos.

“Esperamos que nos podamos reunir para pedir al nuevo presidente Daniel Noboa que nos apoye para poder ubicar a nuestros hijos, no perdemos la esperanza…”, manifestó.

Especialistas

Manuel Cabrera, exsargento de la Policía Nacional y perito en análisis forense, indicó que en estos casos lo más recomendable es hacer pruebas de ácido desoxirribonucleico o conocido como ADN.

“A estas alturas buscar documentos, expedientes clínicos, testigos y otras evidencias tomaría mucho tiempo, claro que hay que hacerlo, pero creo que se pueden agilitar las cosas…”, mencionó.

Acotó: “el Estado debería llamar a las madres o familias y a quienes sean adoptados y quieran conocer a sus padres para hacerles perfiles y pruebas de AND y tener una base de datos para hacer cotejamientos”.

Cabrera indicó que esto ya se ha aplicado en algunos casos en los que ha sido necesario identificar a migrantes ecuatorianos que han muerto, especialmente, en México y Estados Unidos (EE.UU.).

Fiscalía

Leonardo Amoroso, fiscal provincia de Azuay, al ser consultado sobre los casos de bebés desaparecidos en Cuenca y al parecer dados en adopción a padres de Noruega, dijo que desconoce si se han presentado denuncias.

“De este particular desconozco, tendría que solicitar la información respectiva y yo estoy presto a dar esa información el momento en que tenga este particular…”, manifestó.

No obstante, indicó que en los casos de personas desaparecidas la línea de investigación es igual y se requiere el apoyo de la ciudadanía para dar información que contribuya a localizarlos.

Caso

Miguel Ángel Myklevik Myklevik, tiene 35 años, vive en Elverum, en la provincia de Innlandet, en Noruega. Nació en Cuenca, en Ecuador, el 6 de abril de 1988.

En 1989, cuando tenía un año y ocho meses, fue entregado en adopción a una pareja de esposos de Noruega: Svein Gottfred Myklevik, en ese entonces de 50 años, y Bente (Myklevik) Evensen, de 30 años.

Lene Myklevik, de Norway, de Estados Unidos (EE.UU.), es la esposa de Miguel Ángel y lo está ayudando a buscar a su familia en Ecuador. Viven en Noruega.

Indicó que están dispuestos a dar la información que tienen con el objetivo que de su esposo pueda reencontrase con sus padres biológicos y finalmente conocerlos.

Detalles

  • Según la Policía Nacional hace unos 30 años, al menos 13 niños de Ecuador fueron llevados a Noruega por medio de la iniciativa conocida como Foro de Adopción de Oslo.
  • En 1989 cinco personas sospechosas de haber robado y sacado ilegalmente a pequeños para darlos en adopción a otros países fueron detenidos en Ecuador.
  • La Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (Dinased), de la Policía Nacional, se encarga de las desapariciones.

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