Jóvenes idearon un proyecto para darle un nuevo uso al Paseo 3 de Noviembre

Una cafetería y un coworking, un ascensor que conecte la parte baja y con la parte alta de El Vado, y unas nuevas escaleras: esta es la propuesta de los jóvenes arquitectos Paúl y Sebastián Chango para recuperar la seguridad y el tránsito de peatones en el Paseo 3 de Noviembre, frente a la Universidad de Cuenca.

Tras los hechos delincuenciales y los espacios vacíos que ocupa la informalidad, Paúl, desde hace diez años, venía pensando en cómo reinterpretar el uso de los elementos que se encuentran a un lado del río Tomebamba.

Fue entonces que, a través de la arquitectura, bajo una postura social, pensó junto a su hermano Sebastián crear proyectos que revitalicen una de las zonas más bonitas que tiene Cuenca, y que, sin embargo, por la percepción insegura, no son muy transcurridos.

“Nosotros hemos estado investigando sobre qué pasa bajo los puentes, qué pasa con la informalidad que ocupa los espacios, por qué los ocupa y por qué se vuelven inseguros. Y lo que hemos visto es que son objetos de paso. Tienen una funcionalidad, pero el resto de tiempo pasan vacíos”, explicó Paúl a diario El Mercurio.

La idea es darle un nuevo uso a los espacios del Paseo 3 de Noviembre

Bajo esa premisa, que hay ciertos elementos que tienen una única función, es que se creó un proyecto para darle más usos a la escalera que conecta la orilla del Tomebamba con El Vado.

La idea es que, una vez que la zona empieza a moverse por la presencia de personas, hay menos riesgos de que se vuelva insegura. Al menos así lo ven los hermanos Chango.

“La escalera cumple con su objetivo, pero se puede cumplir en un inmueble más, como la Casa de los Arcos, por ejemplo. Uno gana área útil en la ciudad, eliminando los lugares inseguros, brindando un espacio de comercio”, opinó Sebastián.

Presentación de proyecto en Cuenca

Los jóvenes arquitectos ya han presentado su propuesta al Municipio de Cuenca, a la espera de que pueda ser considerado como un proyecto que dé paso a nuevas reinterpretaciones del espacio público que ha sido ocupado por la informalidad.

Un ejemplo de ello son los rincones o los espacios vacíos que se ven debajo de las escaleras o de los puentes de la ciudad. De hecho, la propia Guardia Ciudadana ha tenido que hacer intervenciones en esos sitios en los que se han encontrado objetos corto punzantes y sustancias sujetas a fiscalización.  

“Nosotros creemos que se pueden recuperar estos espacios que se han vuelto informales. Si los reinterpretamos, si les damos más usos, vamos a ganar todos. Los transeúntes no solo van a circular, si no se van a quedar allí, usándolos”, dijo Paúl Chango.

Casas patrimoniales

De a poco, el Paseo 3 de Noviembre, sobre todo en la zona de El Barranco, ha ido recuperando la ocupación en las orillas del Río Tomebamba, así como los inmuebles. Esto, en gran medida, por la apertura de las casas patrimoniales de la Universidad de Cuenca.

Si los peatones pasean por El Barranco o por El Vado tendrán la oportunidad de ingresar a las casas de la universidad cuencana, entre estas: la de los Arcos, Rivera, Pintado y Vélez. Allí funcionan distintas oficinas y se brindan servicios como de coworking. (I)

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